Galicia ha bajado por primera vez en la serie histórica del millar de incendios forestales, al registrar en la campaña de este año 954 fuegos -entre incendios, conatos y quemas-, de los que solo un 14 % superó una hectárea de superficie quemada.

Los incendios afectaron a un total de 4.371 hectáreas, que supone la cuarta parte de la media de los últimos diez años y la superficie media quemada por incendio se ha reducido de 6,7 a 4,58 hectáreas, por lo que se ha recortado también el tamaño de los fuegos.

De acuerdo con estas y otras cifras, el conselleiro de Medio Rural, José González, ha dicho, en una comparecencia en el pleno del Parlamento, que los datos permiten "cierto optimismo sin triunfalismo" de cara al futuro porque se constata una tendencia descendente en los incendios forestales en los últimos años.

En el balance que ha hecho en el Pladiga 2021 (Plan de Prevención y Defensa Contra los Incendios Forestales de Galicia) ha considerado que se han cumplido los objetivos establecidos.

Frente a las críticas de la oposición, que sí observaron "triunfalismo" en su intervención, González ha pedido "consenso" a los grupos parlamentarios y "altura de miras" para sacar los incendios de la lucha partidaria y ha puesto como objetivo llegar a un "pacto de comunidad" frente al fuego.

Un acuerdo que se plasme en la nueva Ley integral de lucha contra los incendios forestales, cuyo anteproyecto espera traer al Parlamento antes de que finalice el año 2022.

Entre las medidas que debe incluir esta ley está un nuevo modelo de brigadas municipales contraincedios "profesionalizadas, con un tiempo de trabajo de seis meses y cofinanciadas por las diputaciones", tal y como estableció el dictamen de la Comisión de Incendios del Parlamento aprobado con el apoyo de "tres cuartas partes" del Parlamento en 2018, ha recordado.

La futura normativa creará, además, equipos especiales para la intervención ante grandes incendios, aquellos que superen las 500 hectáreas, y su análisis posterior.

El conselleiro ha asegurado que ya no se debe hablar de "buena suerte o buen clima", sino de una "tendencia de futuro" en la reducción de incendios forestales que es fruto del trabajo "de todos", sobre todo del dispositivo contraincendios integrado por 3.000 personas.

También ha aseverado que aunque "el monte arde porque lo queman los incendarios" es necesario apostar por las medidas de gestión del territorio para combatir al "principal enemigo del rural gallego que es el abandono".