El periódico del 18 de diciembre de 1996 llevaba a portada la posibilidad de que el Depor-Barça se pueda jugar aún en Riazor y la cascada del Palacio de Congresos, que recupera su esplendor con un juego de luces.
El Ayuntamiento ha subsanado las deficiencias de la cascada del Palacio de Congresos que permaneció durante varios meses inactiva. Una inversión próxima a los siete millones de pesetas ha permitido ampliar el vaso del salto de agua, impidiendo que el líquido elemento salpique a los viandantes, y se arreglaron los focos instalados en su base. También se ha rebajado la potencia del chorro, que ahora cae desde el Parque de Santa Margarita y se han establecido nuevos horarios de funcionamiento. De la cascada caerá el agua entre las nueve de la mañana y las doce del mediodía.
En la jornada de hoy darán comienzo los trabajos de demolición de la casa situada entre la calle San Andrés y la plaza de la Cormelana que se derrumbó parcialmente el pasado viernes debido al peso de la lluvia acumulada en el techo. Los vecinos quieren que se inicie el proyecto de ampliación de la plaza y mejora de las conexiones, pendiente desde 1991 de la aprobación del Plan Especial.
El personal del colegio Esclavas del Sagrado Corazón manifestó ayer a través de un escrito firmado por cuarenta trabajadores del centro su total rechazo a las afirmaciones que según ellos ha realizado en su nombre la Asociación de Vecinos Riazor-Estadio. El personal quiere comunicar a la opinión pública su total tranquilidad ante la continuidad del colegio, confirmada a la Congregación a través de la Hermana Provincial. La semana pasada la Asociación de Vecinos Riazor-Estadio solicitó la intervención del arzobispo Julián Barrio para evitar la venta y posterior desaparición del colegio Las Esclavas. Los representantes de los vecinos afirmaron que "las monjas están esperando a que cambien la calificación del terreno para vender y cerrar el colegio con la excusa de la falta de vocaciones".
El escritor y poeta orensano Xosé Carlos Caneiro Pérez, de 33 años, se convirtió bajo el seudónimo de "Odín" en el ganador de la octava edición del certamen de Narrativa Torrente Ballester, premiado con tres millones de pesetas. Su novela, "Un xogo de apócrifos", se hizo con el favor de los jurados entre los 308 originales de España e Iberoamérica presentados al certamen. La novela, definida por Manolo Rivas, portavoz del jurado, presidido por Gonzalo Torrente Ballester y con César Antonio Molina como coordinador, como "existencialista y radical", se alzó con el triunfo tras una de las votaciones más disputadas de la historia del certamen.