A las doce de la mañana se produjo un incendio en la central de Abanca situada en la esquina de San Andrés con rúa Nova. Inmediatamente, el edificio se llenó de humo y fue necesario evacuar. Sin embargo, durante el recuento, alguien quedó atrás: una persona que había resultado intoxicada en lo que llaman la 'sala de picnic': la cafetería del cuarto piso. Mientras sus compañeros, algunos de ellos enfundados en chalecos de emergencia, esperaban junto al Obelisco, y la Policía Local cortaba la rúa Nova, encintando la zona de actuación, los bomberos buscaron a esa persona, la rescataron y la evacuaron por inhalación de humos.
Ese fue, en resumidas cuentas, el supuesto bajo el que los servicios de emergencia celebraron el simulacro de esta mañana. En él participaron, además de Bomberos y Policía Local, docenas de empleados que esperaron junto al Obelisco a que terminaran la operación. Mientras, los transeúnetes se preguntaban si se trataba de una especie de protesta, tan habituales en la zona.