Con la desaparición del viaducto de la avenida de Arteixo, el objetivo del Gobierno local se centró en humanizar las calles próximas. Así nació el proyecto de reurbanización de Pla y Cancela y del tramo de la calle de Juan Castro Mosquera, que se hará realidad tras obtener los 1,1 millones de euros necesarios procedentes de los fondos Next Generation.
Fue en abril de 2021 cuando el Ayuntamiento encargó el estudio del entorno mediante el cual se llegó a una conclusión: una ciudad más humana y agradable para el viandante necesita paliar los problemas de accesibilidad que ocasionan los tramos con mayor pendiente de esta calle. Para ello, se mantendrán los aparcamientos en línea en el tramo inicial de la calle hasta el cruce con Juan Castro Mosquera, ampliando la acera en la parte con mayor inclinación comprendida entre los números 26-28.
Se establecerá, además, el estacionamiento en batería en el margen de los partes hasta el número 32, lo que permitirá el ensanchamiento ya mencionado en el tramo principal de Pla y Cancela. Allí, los espacios de estancia para el peatón están desaprovechados en la actualidad, una situación a la que se le pondrá fin. A su vez, se plantarán árboles y especies vegetales y se instalará mobiliario urbano.
La eliminación del paso subterráneo supuso un cambio en la fisionomía de la calle de Juan Castro Mosquera, centrando el propósito en eliminar el doble sentido de circulación, excepto en el pequeño tramo desde Pla y Cancela hasta Río Tambre.
Como complemento a todas estas actuaciones, se renovará el pavimento de la calzada en el entorno, además de restaurar la red de aguas residuales existente en ambas calles y proyectar una nueva red de aguas pluviales. Por último, se colocará una barandilla en la mitad del ancho de la acera para facilitar el tránsito de personas con movilidad reducida.
El plazo de ejecución de las obras, según indican el estudio, es de seis meses y será licitada este año. La mejora de la accesibilidad también pasa por dotar de mayor seguridad las paradas de bus que cuentan con vados para vehículos ubicados en el medio de las propias paradas, lo que supone un riesgo para los usuarios que están esperando la llegada del transporte público.
El arreglo del firme en Pla y Cancela es una demanda constante de los vecinos, pero también de los taxistas. El tráfico diario es abundante, ya no solo de coches y taxis, sino que, además, la línea de bus 11 también pasa por allí. Los conductores se quejaron en más de una ocasión del deterioro urbano de esta vía, que cada vez es más notable, sobre todo por el paso de vehículos pesados.