Alberto Boquete (A Coruña, 1990) tiene tres frente abiertos a pesar de su juventud. Es propietario de la coctelería Afterwork en la calle de Emilia Pardo Bazán y de La Mansión 1783 en La Marina, donde desde final de verano representa la zona como presidente de la asociación de hosteleros.  

¿Está de moda nuevamente La Marina?
Nunca dejó de estar de moda, es el centro y la foto de la postal de A Coruña. Realmente siempre ha habido ambiente, porque cualquier plan se puede disfrutar en La Marina. Sin embargo, después de las circunstancias vuelve la alegría. 

¿Qué objetivos se plantean como asociación? 
La asociación se fundó para el trato con las administraciones. El diálogo para gestionar las terrazas, eventos o la comunicación con Urbanismo o Comercio y la Autoridad Portuaria. Nosotros buscamos dinamizar la zona con actividades, conciertos... nos gustaría aportar nuestras propias actividades y eventos, teniendo comunicación para un calendario conjunto y no solapar actos. 

Entre La Marina y la calle de Emilia Pardo Bazán podría hacer una tesis sobre peatonalizaciones....
En La Marina, en particular en nuestro caso, al final sí que ha sido positiva para que la gente se sienta cómoda y haya menos paso de vehículos. Lo convierte en más confortable y gusta estar en el exterior. También la ampliación de la zona del parque influyó en ese sentido.

Sin embargo, hay quien comparte con nostalgia fotos del antiguo diseño a través de la redes...
Al final, tenemos nostalgia de otros tiempos, porque recuerdas lo que hacías de niño. Yo también me lo pasé genial, pero fuera de eso, nos ha quedado una zona cómoda para todos. 

¿Qué futuro augura a la nueva Emilia Pardo Bazán?
Finalmente, estamos contentos. Sabemos que se llegó a un consenso con todos los negocios de la zona. Se presentó una propuesta por parte de todos nosotros, con alegaciones, y se encajó en el proyecto final. También es normal que los vecinos tuvieran sus reuniones y nos gusta a todos lo que se está haciendo. Siempre habrá alguien a quien que no le encaje...

¿Cómo empieza la historia del chico de 32 años con dos locales en las principales zonas hosteleras? 
Empecé con 16 años en cocina en la cervecería Xolda en la plaza de Maestro Mateo. Mis inicios fueron en los fogones. Luego estudié hostelería en Pontedeume y al mismo tiempo tuve la oportunidad de montar mi primer local.

¿Cómo pinta el futuro de la hostelería?
Hay gente por la calle y alegría. Se nota también la preocupación de los hosteleros y en la población en general por las subidas de precios. Si suben, por algún lado hay que recortar y el ocio se limita cuando no llega para otras cosas. Me gusta ser positivo, pero el invierno lo vemos un poquito duro.

¿Hasta dónde crecerá geográficamente la asociación?
En principio, nuestro ámbito es avenida de Montoto y la de La Marina. Hace poco nos reunimos con el dueño del Thai Market y estamos encantados de ello, pero está pensada en concreto para esa zona, el plan no es crecer en número de asociados, sino defender las peculiaridades de esa zona.

Si el Puerto va bien, ustedes encantados...
Por supuesto. Es un cliente habitual. Esperamos las escalas sean un poquito más largas y estaríamos encantados de que incluso hicieran noche. Ayudarían para las cenas y el ocio nocturno. Estamos encantados. Cuando hay una doble o triple escala te encuentras casi 10.000 personas y lo notamos varios sectores.