El idilio inquebrantable que desde 1992 mantienen A Coruña y Alejandro Sanz reforzó su amor con una suerte de regalo de aniversario mutuo: en la noche más mágica de la ciudad, con el calor y el fuego de las hogueras en la lontananza, la ciudad y el músico se entregaron en una comunión de sentimientos. Resultó como una especie de álbum de recuerdos, en el que el Sanz se encargó de repasar la banda sonora de su carrera. Mientras, a coro y en ocasiones a capela, un público entregado coreó desde la primera estrofa hasta el último estribillo de un setlist por encima de las veinte canciones y las dos horas de duración. Ni siquiera los cientos de miles de personas en la noche meiga herculina restaron potencial para un casi lleno del Coliseum. Más de ocho mil almas para sumar a su currículum de llenos consecutivos.
“Buenas noches Coruña. Parecía que no iba a llegar este día nunca, por fin estamos aquí carallo”, dijo el músico. No necesita demasiado para expresar mucho, ni discursos elaborados para tocar una fibra que ya venía sensible de casa. Solamente para unos pocos era la primera vez. La mayoría, coetánea del cantante de 53 años, acudía a una suerte de renovación de votos, mientras que los debutantes fueron clara minoría. Sanz sabe perfectamente dónde radica su fuerza, y después de dos años consecutivos de cancelaciones debido a la pandemia tiró de clásicos y apostó sobre seguro con el setlist. ‘No es lo mismo’ y ‘Lo que fui es lo que soy’ pusieron las cosas en su sitio, justo con las pulsaciones donde el cantautor quería. Atrás quedaron sus trabajos más recientes como ‘Sirope’ o ‘#ElDisco’. De ‘Sanz’, el trabajo que ayer presentaba, apenas pasó por los singles ‘Mares de miel’ y ‘La rosa’ en la parte intermedia. También es cierto que cuando tocó repaso por sus clásicos más pretéritos y el territorio “Más” lo hizo en forma de medley,. Así, ‘Amiga mía’, ‘He sido tan feliz contigo’ y ‘Hay un universo de pequeñas cosas’ se enlazaron, en un derroche de virtuosismo de una banda con claras influencias del reggae y el son cubano. Igualmente enlazadas, y con Sanz con la voz silenciada por el delirio colectivo y una transversalidad generacional que solo Sabina se puede permitir, llegaron los bises: ‘Viviendo deprisa’, ‘¿Lo ves’ y un ensordecedor, con notas más o menos conseguidas en el coro popular, “¿Y si fuera ella?”.
8.500 PERSONAS
se citaron en el Coliseum, donde Sanz no actuaba desde que en 2015 y 2016 consiguió dos llenos en once meses
Después de seis años separados, y de dos cancelaciones desde el inicio de la pandemia, el Coliseum y Alejandro Sanz volvieron a comprobar que su música no se toca y, como rezó uno de sus temas de despedida, “y ya te quería” aquí pareció gritarle su público.
La quinta parada de diecisiete estaciones de La Gira de Alejandro Sanz dejó en Coruña exactamente lo esperado. Y con él siempre es Más.