Mañana saldrá a la venta ‘Viaje de vida y vuelta’, el nuevo disco con el que Andrés Suárez quiere dejar a un lado la tristeza que parece abrazar al mundo y transmitir una ola de buen rollo con su música. Tras la salida del disco, el sábado, el músico gallego visitará la FNAC de A Coruña (12.00 horas) para firmar discos y ofrecer una pequeña actuación, antes de que en abril inicie, también “en casa”, en Ourense, una gira con la que recorrerá España.
Saca nuevo disco, que nace tras deshacerse de otras canciones.
Este trabajo viene de borrar las canciones que en 2020 me acompasaban. Viví el 2020 muy jodido, y creo que el resto del planeta también. Borro esas canciones, para volver a empezar y hacer un disco en el que escojono de la risa, meto un reggae, un tema rock, reírme, vivir mucho... Creo que hay dos formas de salir de esto: una es la melancolía, la tristeza, el derrotismo; y la otra es buscarle el humor a esta mierda, a este infierno que hemos vivido todos desde marzo de 2020. Y eso es este disco, buscar el humor, aunque me cueste, porque yo también he perdido a familiares y amigos. Pero, joder, me apetecía hacer un disco en el que la gente lo pusiera y se le moviese la rodilla y le diese buen rollo, no quiero darles diez temas y que la gente se deprima, bastante tristeza tenemos encima ya.
Tiene que ser complicado borrar algo a lo que se le ha dedicado tanto tiempo.
Claro, duele romper lo que amas. Pero soy un tipo progresista, que mira al futuro, pensando en lo que viene y no en lo que se hizo. La canción puede que sea buena, pero mañana saldrá una mejor, lo que intenté fue decirle a la gente que anclarse en la nostalgia no es bueno, mi mejor canción está por venir. Aquellas canciones, las escuchábamos en casa, y la gente se ponía a llorar. No me apetecía eso, ¿duele? sí, pero buscaba las diez mejores canciones de mi carrera. Tengo un equipo acojonante que me conoce y entiende y sabe que tardaré lo que tenga que tardar, esto no va de esto que está tan de moda de cada jueves, una canción. No. Yo cada jueves te puedo hacer una canción de mierda, pero si quieres una buena canción, que busquemos el arte y la excelencia, hay que borrar y romper muchas.
En estos diez nuevos temas vuelca su positivismo, pero también bastante reflexión social.
Claro, claro. Aquí hay diez canciones de amor, pero no canciones edulcoradas de manera falsa y repletas de algodones de azúcar, también hay caña. El ejemplo es el single, ‘Será’, que es una canción de amor, pero que te dice: sé que con los años nos vamos a joder mutuamente, nos vamos a cansar, a enfadar, pero elijo quedarme a tu lado. Tengo también una canción a los haters, desde el amor, sí, pero recordándoles que son unos cabrones. Es momento de decir las cosas claras, pero buscando la luz, porque esas canciones de 2020 que borré tenían tanta mala hostia, oscuridad... tanto color gris que me afectaba hasta a mí.
En ‘Por no decir tu nombre’ se despacha con los haters. ¿Ve necesario algún tipo de educación para entrar a las redes?
No soy sociólogo, ni psiquiatra, ni idea de cómo va esto, pero me encantaría que hubiese unas leyes que nos protegieran. Me deja acojonado que puedas amenazar de muerte a alguien, puedas mentar a sus familiares fallecidos, puedas decir de todo, acosar a alguien y no pase nada. El tema puede ser medio gracioso, pero cuidado, que hay adolescentes que se han suicidado, es un tema serio. A mí, hace doce o trece años, estos comentarios me hundían. Yo sacaba un disco, al que le dedicaba un año y medio, me esfuerzo todo cuanto puedo, quien es nadie para, en un segundo y desde el sofá de su casa con una cerveza, decirte lo mal que lo haces de la manera más despectiva posible. Un mínimo de tacto. Lo que estamos viendo hoy en día que a una persona, por cantar una canción, le mentan a sus seres más queridos, de ahí para arriba... ¿Cómo podemos permitir eso? ¿Cuál es la solución? No sé, pero la ley debería defendernos a todos, para que estuviesen penados, sancionados y localizados esos perfiles falsos, muy cobardes, que lo que buscan es hacer daño gratis.
En lo positivo, destacan temas como ‘Teresa y Andrés’, un canto a sus padres.
En el disco reivindico la luz, la risa y la vida. Este es el ejemplo. En la primera canción que le hago a mis padres, en 2020, se la mando y la respuesta fue algo como ‘oye, a ver si haces una canción alegre’ (ríe). Era dolor, la historia de dos currantes, que sacan adelante a tres hijos, que luchan... Aquella la borré e hice una versión con la que quiero que mis padres salten, que se ríen, que se escojonen. Y resulta que les gusta más. Es un homenaje a las dos personas más valientes y buenas que he conocido.