Antes de los caballitos vinieron los cochecitos: el rally infantil que trajo las atracciones a pedales hasta Méndez Núñez

El éxito de aquella competición, con una empresa de repuestos como patrocinadora, logró llevarlos al Relleno
Antes de los caballitos vinieron los cochecitos: el rally infantil que trajo las atracciones a pedales hasta Méndez Núñez
Uno de los coches antiguos, a finales de los años setenta, en los jardines | Cedida

Cuando se dice “caballitos”  algunos piensan en los que suben y bajan en un tiovivo, otros creerán que les están hablando de ponis, pero para varias generaciones de niños coruñeses solo existe un significado: animales de cartón que se desplazan a pedales por los jardines de Méndez Núñez.


Los que se llevaron la fama fueron los caballitos pero en los jardines de Méndez Núñez había otras opciones para que los más pequeños pudieran darle a los pedales. Antes incluso de que llegaran los equinos de cartón habían unos coches antiguos que, en aquella época, hicieron las delicias de más de uno. 


Los coches de propulsión infantil se estrenaron un año antes de que llegaran los animales. Lo hicieron en la plaza de María Pita, en un curioso rally. El éxito de aquella iniciativa fue tan grande que se decidió ampliarlo y trasladarlo a una zona más tranquila (en la plaza en aquel entonces entraban y salían los coches). Ese fue el comienzo de las atracciones de Méndez Núñez.


Con patrocinador incluido 

Tal y como informaba ‘La Hoja del Lunes’ en su edición del 29 de septiembre de 1969, la historia de los caballitos nace en aquel rally automovilístico infantil que se celebró en la plaza de María Pita con motivo de las fiestas de la Ciudad Vieja. “El concesionario de los coches –explicaba el tesorero de la comisión de fiestas, Eduardo Pedreira Mengotti– ha prestado su entusiasta colaboración y ha puesto los pequeños vehículos a disposición de la Comisión”. Al igual que sucede en las competiciones automovilísticas de los mayores, incluso tenían su propio patrocinador, una empresa de repuestos de automóviles. 


La iniciativa fue todo un éxito, de manera que, en la siguiente primavera, las autoridades locales decidieron ampliarla y mantenerla de forma estable, aunque en un entorno mucho más seguro: los jardines de Méndez Núñez. 


En 1970 

Los vehículos llegaron al paseo central del Relleno a principios de junio de 1970. Eran 25 cochecitos, los mismos que habían triunfado en María Pita, con una novedad, varios caballitos de cartón. 


Los promotores de la iniciativa se comprometían a retirar las atracciones siempre que fuese necesario celebrar algún tipo de evento en Méndez Núñez e incluso las ponían a disposición de la beneficencia para que todos pudieran disfrutar del paseo.


Lo cierto es que no era la primera vez que se veían atracciones de este tipo en los jardines. A principios del siglo XX ya se hablaba en la prensa de la época de los caballitos del Relleno, aunque aquellos tenían la mala suerte de estar atados y no galopaban libremente por los jardines. 


Pertenecían al carrusel María Pita, un tiovivo en el que los animales solamente subían y bajaban pero no hacían nada más, para deleite de los niños de los años setenta y ochenta, que podían llevar las riendas de sus monturas como haría cualquier vaquero del lejano Oeste. O, al menos, así se sentían muchos cuando, después de mucho rogar, sus padres les daban el dinero para hacer ese trayecto. 


Ausencia 

Los niños –y los no tan niños– coruñeses han echado de menos durante los últimos meses a la cuadra de pedales de Méndez Núñez. Según publicaba ayer este diario, el Ayuntamiento se encuentra actualmente en conversaciones con la Asociación Pro Enfermos Mentales de A Coruña (APEM), la entidad que se había encargado de la actividad desde la recuperación de esta atracción, para renovar el convenio de la explotación. 


Los caballitos desaparecieron de la circulación en Navidades para instalar otro tipo de atracciones en este espacio aunque, una vez pasado el día de Reyes, no volvieron al lugar ni tampoco a La Marina, a donde fueron trasladados en algunas ocasiones cuando había conciertos en los jardines, como sucedió con el Atlantic Pride. 


Desde el Consistorio aseguran que trabajan para que la manada caballar pueda volver a galopar por Méndez Núñez, aunque será ya con la llegada del buen tiempo, cuando los pastos estén más verdes, hacia finales de la primavera o el verano. 

 

La idea de Luis Mediero en 1969 que galopó hasta la Luna

Los caballitos fueron ideados y construidos en fibra de carbono por Luis Mediero en 1969 y él los explotó durante casi 40 años. La técnica la aprendió de joven en la localidad burgalesa de Miranda de Ebro y la perfeccionó con las instrucciones y herramientas que le dio el escultor José Juan, que por aquel entonces trabajaba en María Pita. Fue trabajando poco a poco hasta que creó cincuenta animales. Guardaba fotos de famosos que se habían acercado a sus caballerizas. Desde Sara Montiel a Santana, pasando por Gurruchaga y Sabina, aunque su mayor orgullo era haber salido en una guía alemana sobre Galicia que recomendaba su atracción.


La familia explicaba en 2021 que las galopadas de los animales por Méndez Núñez sumaban entonces una distancia equivalente a la que hay entre la Tierra y la Luna, ya que fueron utilizados por miles de niños semana tras semana, hasta alcanzar casi un millón de viajes.

 

Un total de 25 vehículos, en un recorrido de 300 metros y a cinco pesetas cada dos niños

Con plazas para dos niños, accionados mediante pedales y confeccionados mediante algún tipo de material plástico que la prensa de la época no especificaba. Así eran los vehículos que circulaban, junto con los caballitos, en la primavera de 1970, por los jardines. Los caballos iban con su arnés y dirigidos mediante un manillar similar al de una bicicleta, de la misma forma que se propulsaba, a pedales. En total, se ponían a disposición de los coruñeses más bajitos 25 vehículos y varios caballitos que acabarían siendo 50, para hacer un recorrido de 300 metros. El precio por el alquiler, cinco pesetas por cada cochecito, y una condición para que todos pudieran disfrutar: que no se pudiera dar más de una vuelta seguida

 

 

Antes de los caballitos vinieron los cochecitos: el rally infantil que trajo las atracciones a pedales hasta Méndez Núñez

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