Los niños coruñeses han echado de menos en los últimos meses una de las actividades más icónicas y tradicionales del centro herculino: los caballitos de Méndez Núñez. Su ausencia, no obstante, podría reducirse a una anécdota en próximas fechas, y es que, según fuentes del Consistorio, el Ayuntamiento se encuentra en conversaciones con la Asociación Pro Enfermos Mentales de A Coruña (APEM), la entidad que se había encargado de la actividad desde la recuperación de esta atracción, para renovar el convenio de explotación.
Desde el Ayuntamiento explican que los caballitos dejaron de circular por la zona en Navidad, pues en el paseo central de los jardines se situó un parque infantil con varias atracciones, que fue muy concurrido. Debido a ello, resultaba imposible llevar a cabo en ese punto la actividad. Pero el caso es que no se ha retomado después y son muchos los niños y mayores que ya han notado la ausencia tanto de los caballitos como de la propia caseta para empleados en la que se vendían las entradas, que ya no está en la zona.
En el verano de 2023, el Atlantic Pride obligó a desplazar a estas atracciones a la zona de La Marina, pero terminaron por regresar a su zona habitual en cuanto terminó el citado festival, algo que no ha sucedido en esta ocasión. Esto último ha hecho sospechar que los caballitos han abandonado ya de facto los jardines, pero el Ayuntamiento insiste en que trabaja para que estos vuelvan a galopar en “primavera-verano”, apuntan fuentes municipales.
El Ayuntamiento recuperó esta antigua atracción en diciembre de 2022, y escogió a la APEM para que gestionase su funcionamiento y pusiese así en marcha un proyecto de integración laboral de personas con discapacidad. Para ello se firmó un acuerdo a tres bandas entre el Gobierno local, la propia APEM y la Fundación Emalcsa, después de que esta última donase más de 53.000 euros para rehabilitar quince caballitos.
Según el convenio, a partir de diciembre de 2022 la actividad sería viable en los periodos no lectivos, cuando los niños, al no tener colegio, más podrían ir. Asimismo, se planteó la apertura durante los periodos de vacaciones, puentes y los fines de semana. Las fechas previstas eran: ochenta días en verano, de martes a domingo, del 15 de junio al 15 de septiembre; quince días en Navidad, del 23 de diciembre al 8 de enero; ocho días en Semana Santa, del 1 al 9 de abril; cinco días en Carnaval (18 al 22 de febrero); Puente de la Constitución (3 al 11 de diciembre); y el resto de fines de semana, es decir, 64 días.
También se acordó que, en caso de que fuese un éxito, se podría extender la apertura a otras jornadas como el Día das Letras Galegas o el Día del Trabajador. Así, a priori, la atracción podría llegar a abrir 180 días al año, incluyendo fines de semana y los periodos vacacionales de los más pequeños.
El convenio contemplaba a su vez la creación de ocho puestos de trabajo a jornada parcial, ya que cada turno sería formado por un total de cuatro personas. Seis de los ocho puestos debían estar cubiertos por personas con discapacidad. Finalmente, la atracción vio la luz con un precio por viaje de 3,50 euros e incluyendo el circuito tradicional de ida y vuelta, en horario de 10.00 a 14.00 horas y de 16.00 a 20.00.
El Ayuntamiento coruñés quiere ahora renovar ese convenio, pero por el momento se desconoce si las condiciones serán las mismas.
La familia Mediero fue quien explotó esta atracción durante más de treinta años. Comenzó en 1970 y se mantuvo, para deleite de los niños de varias generaciones, hasta 2002.