Aunque ya se realizaron mediciones desde algunos años antes, el establecimiento oficial del primer observatorio coruñés data de 1863. Tenía su sede en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza, el primero que hubo en la ciudad, y que estaba situado en el antiguo pazo del marqués de Camarasa, en la calle Herrerías de la Ciudad Vieja. Hoy en día esta ubicación alberga el CEIP Cidade Vella. 

Este observatorio fue el segundo de Galicia, tras el de Santiago de Compostela, que Antonio Casares instaló en 1849 en la terraza del edificio central de la Universidad de Santiago. 

En A Coruña, fue el profesor de física Benito Sotelo Rivas, quien en octubre de 1844 ya había iniciado mediciones meteorológicas como catedrático de Matemáticas del Real Consulado Marítimo, el encargado de poner en marcha el observatorio del casco viejo, en el que contó como ayudante con el naturalista Víctor López Seoane.

Según recoge el libro ‘Historia da meteoroloxía e da climatoloxía de Galicia’, editado por el Consello da Cultura Galega y coordinado por Francisco Díaz-Fierros Viqueira, es a finales de 1863 cuando se realizaron las primeras observaciones en el instituto de la calle Herrerías, que mantenía correspondencia telegráfica diaria con grandes urbes. 

Así, en 1868, Sotelo informa de que los datos se transmitían, a las nueve de la mañana, al Observatorio Astronómico de Madrid y, a las seis de la tarde, a “M. Le Verrier”, director del Observatorio Imperial de París.

La mala situación económica del instituto provocaba que las instalaciones y dotaciones instrumentales no fuesen del todo buenas, lo que afectaba a la fiabilidad de las observaciones. El cuarto habilitado para dichos estudios no tenía apenas ventilación.

Se hicieron diversas mejoras en los años siguientes  hasta el traslado definitivo al emblemático instituto situado en la plaza de Pontevedra. 

Benito Sotelo estuvo al frente de ese primer Observatorio Meteorológico hasta 1871, momento en el que Ángel Cortijo tomó posesión como sustituto de la materia de Física y Química. 

No obstante, se abrió un período de  inestabilidad (en el que los auxiliares y sustitutos se suceden) hasta 1876, cuando Acisclo Campano fue nombrado director de la estación meteorológica.

La primera vez que los cuadros meteorológicos se incorporan a las memorias del centro coruñés de Herrerías es en el curso 1877-78.