Los vecinos de la Ciudad Vieja tendrán desde los próximos días la primera solución a su recurrente problema de plazas de aparcamiento. Y es que aparcaT, empresa gestora del aparcamiento de La Maestranza, ofrecerá un bono especial para residentes, destinado a aliviar los quebraderos de cabeza derivados de la invasión del barrio por parte de vehículos no censados. 

Por 40 euros al mes, los vecinos de la Ciudad Vieja podrán recurrir a un alquiler especial que cubre los fines de semana de forma completa y las noches entre semana. Se trata de una forma de salir al rescate, que en palabras de la gerente del aparcamiento, Ana Cornide, responde a la misma filosofía que funciona con instituciones vecinas como el hospital Abente y Lago, el colegio de Santo Domingo o el Rectorado de la Universidad de A Coruña. “Lanzamos a disposición de los clientes del Casco Histórico un alquiler especial, después de ver las noticias sobre los problemas que sufren para encontrar plazas”, indica. “Tenían esa complicación e intentamos dar cobertura a los vecinos; no podemos ocuparlo por las mañanas, porque también damos servicio a otros colectivos próximos, pero debido a esa necesidad se ha optado por establecer un precio especial, por su seguridad y comodidad”, añade. 

No se trata de la única alternativa disponible a partir de los próximos días, pues la gerencia también apunta a un bono de 50 horas a precio reducido, con la posibilidad de disfrutarlo en función de las necesidad y cuando se desee.
Los vecinos de la Ciudad Vieja lamentan una especie de efecto mariposa en el que son los damnificados finales: las plazas destinadas al censo de la zona son ocupadas por vehículos externos, lo que obliga muchas veces a estacionamientos irregulares en una zona ya de por sí congestionada y sin espacio disponible. Muchos residentes han sido multados y desde la asociación vecinal se incide en la necesidad de instalar cámaras para controlar los accesos al barrio.

Metafóricamente, aparcaT Maestranza supone un refugio que, al sacar la cabeza a la superficie, da idea de la dimensión del problema: doble fila perenne, zona amarilla sin poder disuasorio y una movilidad complicada. “Nos están llamando dos o tres personas a la semana para alquilar y dejar sus coches aquí”, confiesa la gerente del parking. “Ya no es que te guste tener tu coche cuidado, sino que directamente en el exterior no tienes dónde”, prosigue

Inaugurado en 2004, aparcaT Maestranza tiene una capacidad de 370 plazas, distribuidas en dos niveles y con ascensor incluido para ofrecer una movilidad inclusiva. Además, ofrece dos vías de salida y otras dos de entradas a los coches y tres accesos peatonales.