El juicio por el asesinato de Mónica Marcos en el barrio de O Birloque continuó este miércoles con la comparecencia de varios testigos y también de agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad que se acercaron a la zona tras conocer el suceso.
En concreto, compareció el responsable de la unidad de violencia de género, al que por tratarse de un crimen machista, le correspondió la investigación del hecho, con el refuerzo de otros compañeros. Sobre las 2.00 de la mañana fue cuando el policía acudió al domicilio del crimen, en el que se encontraba despejado el inmueble. Tras el trabajo de la policía científica en la cocina, se encontró en la basura un pequeño escrito en el que el acusado muestra un pequeño agradecimiento tanto a los hijos como a la víctima, con fecha de 27 de agosto, lo que llamó la atención, ya que el crimen se produjo después, el 14 de septiembre.
Más tarde, se procedió a la revisión del baño de la primera planta, en el que encontraron una pintada con lápiz de labios que decía “TQM”, lo que se entiende que es el acrónimo de “Te Quiero Mucho”.
En el baño de la segunda planta se observó la frase “No soy malo”, con pintura negra, además de bastante pelo, lo que se entendió que podía ser por el afeitado del acusado para cambiar su aspecto. No obstante, finalmente se comprobó que los pelos correspondían a la víctima, debido a una sesión que esta mantuvo con su estilista ese mismo día por la tarde.
Por último, se procedió a revisar la habitación donde residía con anterioridad la hija de la víctima, y que correspondió a la escena del crimen. Allí se encontró el cuerpo de la fallecida, con un charco de sangre concentrada alrededor en el cuerpo, así como el el arma del crimen, un cuchillo de 20 centímetros. También se apreció que no hubo señal de arrastre del cuerpo.
Tras la revisión, se observaron tres lesiones muy claras, una por la espalda, a la altura del omoplato y dos frontales. El funcionario aseguró que es “una muerte violenta de manual en el ámbito de la violencia de género”, debido a que es una persona con antecedentes en este aspecto.
También calificó al acusado de “una persona violenta, acosadora, controladora y usa la amenaza como arma mediante el recurso del chantaje emocional, que es muy propio de la violencia de género”.
El letrado del acusado reiteró que los antecedentes que figuran al respecto son policiales, no penales. “El estar el Biogen dado de alta no implica tener antecedentes policiales o penales”, comentó el policía.
El siguiente funcionario del cuerpo de policía nacional en su comparecencia explicó que a su llegada al domicilio no observaron ningún tipo de violencia de defensa. También coincide en que la víctima sufrió un ataque alevoso, ya que “al estar todo tan concentrado, se entiende que la víctima no tuvo defensa posible”, aseguró el funcionario policial.
Con esta última declaración, se puso fin a la segunda sesión del juicio, que continuará este jueves con más testimonios policiales.