Este martes llegaron a la ciudad de A Coruña más de 7.300 cruceristas procedentes de dos trasatlánticos que atracaron en el puerto a primera hora de la mañana. El ‘Arvia’, uno de los cruceros más grandes del mundo, con 6.264 personas a bordo, y el ‘Balmoral’, con 1.104, estuvieron en el muelle coruñés hasta las 17.00 y 15.00 horas, respectivamente. Este aluvión de visitantes provocó un verdadero abarrote en el Parrote, y es que conseguir un sitio en alguna de las terrazas de La Marina fue todo un reto este 4 de abril.
La hostelería se nutre especialmente de este tipo de turismo, sobre todo en días soleados como ayer. El presidente de los hosteleros de la Marina, Alberto Boquete, propietario de La Mansión 1783, señala que el sector nota “mucho más movimiento” con la llegada de cruceristas, cuando las jornadas se vuelven más ajetreadas. Además, el comercio no se queda atrás. “Hay mucha gente y da gusto porque anima las compras”, asegura la presidenta de la asociación Zona Comercial Obelisco, Isabel Porto, quien reconoce que las ventas suben cuando hay escalas de cruceros, aunque, como siempre, “en algunos sitios más que en otros”.
Pero los turistas no fueron los únicos que se dejaron ver por el centro. Los propios coruñeses salieron a la calle a pasear y disfrutar del inicio de la Semana Santa. En las heladerías de La Marina, colas de más de media hora para hacerse con una postre frío; en los jardines de Méndez Núñez y María Pita, terrazas llenas; en el Parrote, la celebración de talleres de la Holy Week; y en los muelles, expectación para visitar el buque escuela alemán en su jornada de puertas abiertas.
El velero ‘Gorch Fock’ estará en la ciudad hasta el viernes, 7 de abril, cuando está prevista su partida a las 10.00 horas. Ayer, entre las 16.00 y las 19.00 horas acogió a todos los curiosos que querían disfrutar de las peculiaridades de este buque. A primera hora de la tarde ya había unas 150 personas a la espera para acceder al muelle, donde un tripulante recibía a los asistentes, muchos de ellos con niños pequeños.
Los cruceristas del ‘Arvia’ tampoco quisieron perderse esta oportunidad y algunos de ellos se acercaron a Calvo Sotelo norte para subirse a la embarcación de la Marina alemana. Lo más capturado por las cámaras a bordo del velero fueron sus dos campanas y los tripulantes incluso hicieron de fotógrafos para retratar a la gente tomando el timón. En el ‘Gorch Fock’ los candidatos a oficiales y suboficiales reciben formación teórica y práctica. Desde 1960 este buque escuela participa regularmente en grandes eventos y regatas internacionales de vela cuyo objetivo es ofrecerles a las nuevas generaciones la experiencia deportiva en el mar en las regatas de vela y la oportunidad de establecer lazos con otras naciones en el puerto. Llegó a la ciudad después de que en octubre se realizase en A Coruña la cumbre hispano-alemana, encabezada por el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el canciller alemán, Olaf Scholz.