La Junta de Gobierno local de A Coruña dio luz verde este miércoles al primer Plan Municipal de Salud Mental con más de medio centenar de medidas que se pondrán en marcha en un plazo de cinco años. Se trata, como señaló esta mañana la alcaldesa, Inés Rey, de una de las principales apuestas del Gobierno local de cara a este mandato. "La pandemia nos hizo valorar la necesidad de incidir en la atención a personas que padecen realidades que estaban y siguen estando ahí, como la ansiedad y los trastornos depresivos o neurológicos", recordó la regidora.

El Plan Municipal de Salud Mental 2024-2028 comenzó con una serie de entrevistas a coruñeses que aportaron su experiencia sobre problemas de salud mental que han vivido o ya superaron. "Hablamos de perfiles heterogéneos, que nos ayudaron a la hora de profundizar en las causas y origen de los problemas en sí, bien por enfermedades de causa genética o por cuestiones de tipo social. Esto se hizo con la finalidad de concretar qué aspectos son susceptibles de mejora para alcanzar un bienestar social y una inclusión real", subrayó Rey. 

Entre las personas participantes hubo víctimas de violencia de género o intrafamiliar, que vivieron o viven situaciones de precariedad económica, que tuvieron adicciones o que sufrieron acoso escolar, además de personas afectadas por enfermedades degenerativas, entre otras. La hoja de ruta del plan está basada en cuatro líneas estratégicas. En primer lugar, la promoción del bienestar social de la población y la prevención de trastornos mentales a través de la promoción de la salud. En segundo lugar, se facilitará el acceso a los recursos para asegurar una atención integral a las necesidades de las personas con problemas de salud mental y de sus familias. En tercer lugar, fomentar la capacitación profesional de estas personas y, por último, integrar la promoción de la salud mental dentro de la actividad municipal. 

Algunas medidas ya están en curso y otras se desarrollarán a corto, medio y largo plazo. Destacan el refuerzo de la programación de actividades de ocio alternativo para los jóvenes o la continuidad a la reserva social en las ofertas de empleo público del Ayuntamiento para contratar a personas con diversidad funcional o en riesgo de exclusión social. 

Corto, medio y largo plazo

El Gobierno local tiene previsto reforzar la oferta de actividades orientadas a la educación emocional y resolución de conflictos. Esto se hará a corto plazo. "También fomentaremos el acceso efectivo de las personas en situación de precariedad a la oferta de actividades deportivas en la ciudad, con precios reducidos o bonificados. Además, vamos a promover la creación de un grupo de apoyo mutuo entre familiares de personas con problemas de salud mental". Así, habrá un nuevo grupo de trabajo integrado por personal de los servicios sociales municipales, profesionales del ámbito sanitario y educativo, con el fin de dar respuestas coordinadas.

Ya a medio plazo, el Gobierno local estudia fortalecer los recursos habitacionales de la ciudad para personas sin hogar, con el impulso de viviendas de transición. También se pondrá en marcha un programa para favorecer la inserción laboral de las personas con problemas de salud mental y, en los dispositivo municipales, se irán incorporando más perfiles relacionados con la atención a la salud mental.

Por último, a largo plazo, se promocionará la creación de viviendas de apoyo, seguimiento y tutorización para la vida autónoma de las personas con trastornos mentales, en colaboración con entidades especializadas y la Administración sanitaria, siempre teniendo en cuenta, puntualizó la alcaldesa, que la salud mental es un problema sanitario y que las competencias en en esta materia corresponden a la Xunta.

Una comisión integrada por representantes del Ayuntamiento, del tercer sector y de Sanidade, será la encargada de evaluar el desarrollo de las medidas. Esta se reunirá una vez al año para examinar los avances del plan.