La paciencia de los vecinos de la calle del Monasterio de Caaveiro está a punto de volver a la casilla de salida, ya que en las próximas fechas el Ayuntamiento atenderá las peticiones de los propietarios y arrendatarios de las plazas de garaje situadas a la altura del número 4. Desde hace unos meses se había incrementado el estacionamiento irregular, hasta el punto de taponar la única vía de acceso en dirección entrada y salida al bajo.
No es que la rampa o la puerta del garaje en cuestión sean más pequeños de lo normal, sino que la falta de un área delimitada para el aparcamiento provoca que los conductores de las plazas colindantes ‘estiren’ el espacio hasta el límite. Y en ocasiones ese límite se rebasa: achican desde derecha e izquierda hasta hacer inaccesible el espacio hasta el garaje, situado a unos veinte metros hacia dentro y con tránsito por encima de la vía peatonal de Monasterio de Caaveiro.
Los vecinos de O Ventorrillo, a través de la asociación que los representa, pidió vía registro una solución al problema, para lo que sugirió, por ejemplo, la instalación de unas jardineras que impida cierto tipo de estacionamiento, o por lo menos la delimitación con pintura. Es esta última la alternativa que ha considerado más viable el Ayuntamiento, que establecerá seis plazas estándar y otras dos para personas de movilidad reducida. Además, se creará una zona intermedia antes de la rampa, en color amarillo, que recordará la prohibición de estacionar vehículos delante del acceso al garaje.
La noticia ha sido recibida con mucha alegría desde O Ventorrillo, pues el hecho de que se intensificase el problema había provocado que algunos vecinos, a la hora de salir de su casa en dirección al trabajo, se encontrasen sorpresas inesperadas.