Beckham, Djalminha y Zidane conquistan la noche de A Coruña

Las camisetas de fútbol vintage se han convertido en tendencia y han acabado con el veto a las prendas deportivas en el acceso a los pubs
Beckham, Djalminha y Zidane conquistan la noche de A Coruña
Un cliente a las puertas de La Cúpula, en La Marina, uno de los locales de moda en La Marina | Joaquín Abad

Tenemos cierta tendencia a renegar de las fotos sobre las que pesa ya más de una década. De aquellos peinados, de aquellos outfits y, en general, de una estética que consideramos trasnochada hasta que a algún iluminado se le ocurre recuperarla en honor a lo vintage. Sin embargo, más antes que ahora eso sí, la entrada a la mayoría de los 'garitos' de moda o en los que se cuecen las stories más virales (traducido a lenguaje actual) tiene que ver en buena medida con las convenciones o los estándares sociales de vestimenta. Y es ahí donde se han colado hasta convertirse en tendencia incontestable las camisetas de fútbol antiguas. Al ocio nocturno no le ha quedado otra que hincar la rodilla y dar la bienvenida a los Zidane, Beckham, Djalminha o incluso protagonistas de la 'Naranja Mecánica' de Cruyff o la Francia de Platini

 

Festival
La camiseta de la séptima Copa de Europa del Real Madrid es un clásico

 

La misma camiseta del Borussia Dortmund que lo petaba en la pista de baile de Baroke en los 90 (aquella fosforita que lo mismo se relaciona con el verdugo del Depor en la UEFA que con el campeón de la Champions) es hoy objeto de deseo y admiración. Y como ella algunas piezas de colección que, aunque en su mayoría son réplicas o imitaciones, obligan a un desembolso notable, a nivel de prensa de diseñador italiano. Y suponen, además, el pasaporte de entrada a sitios de lo más selectivo con el control de acceso. 

Llevar la camiseta con la que Roberto Baggio falló el penalti del Mundial 94 despierta cierto halo de admiración entre quienes la reconocen, pero también es igualmente cierto que, muchos de los seguidores de esta tendencia llevan en su espalda el nombre de alguien del que ni siquiera han oído hablar. Es el caso, durante el Recorda Fest, de un joven que atrajo la atención de varios espectadores que reconocieron al Nakata de Francia de 98 con la camiseta de Japón. "Lo siento, no sé de qué me hablas", le espetó a más de uno que se fue con el gozo en un pozo para empezar la conversación. Otros, como Joaquín, han convertido sus viejos baúles de reliquias deportivas en toda una tienda de lujo y un nuevo ropero para elegir modelito cada fin de semana. 

 

Razones

Los porteros del ocio nocturno de A Coruña lo tienen claro: del mismo modo que transigieron en su día con las gorras, ciertas deportivas y hasta las camisetas sin mangas ahora toca hacerlo con las camisetas de fútbol. Eso sí, con un matiz muy importante: siempre y cuando no supongan una amenaza para la seguridad. "Están totalmente normalizadas y, desde mediados de 2024, hemos cambiado nuestra postura, pero hay casos como un Depor-Celta o un Madrid-Barça en los que, por precaución, nos volvemos más rígidos", dice uno de los responsables de seguridad de una discoteca coruñesa.

 

A unos pocos metros, en la avenida de La Marina, otro de los controladores de acceso con más años de servicio reconoce: "La percepción social y el tipo de público son diferentes a hace un tiempo y tampoco nadie las pone para provocar al otro. Uno al pasar ya se acostumbra a mirar la espalda para ver qué jugador es"

 

Es por eso que, antes de salir de marcha, muchos se vuelven un Maldini de turno (el periodista) y eligen a qué leyenda sacar a pasear esa noche por los pubs de A Coruña. Y ser así la envidia de muchos. 

Beckham, Djalminha y Zidane conquistan la noche de A Coruña

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