El incidente que el pasado 20 de octubre acabó con un varón de 25 años detenido por resistencia a la autoridad y lesiones a un controlador de accesos del ocio nocturno tuvo su origen en una agresión homófoba, según relatan tanto los clientes como el portero del establecimiento de la avenida de La Marina.
Aproximadamente a las 02.45 horas un viandante en presunto estado de embriaguez realizó un primer intento de acceder al pub, algo para lo que normalmente hay que realizar una paciente espera debido a su condición de referente de la noche coruñesa. Sin embargo, el individuo decidió saltarse cualquier tipo de protocolo y se pasó el civismo por el mismo lugar que las normas de educación, respeto y convivencia. De hecho, una vez se le había prohibido la entrada decidió tomarla con un grupo de personas que se encontraban charlando y sin prestar atención a las discrepancias del viandante con el portero. “Fue tan valiente que comenzó a emprenderla con un público abiertamente lgtbiq+ y profirió insultos como ‘maricón de mierda’, además de reírse de la vestimenta de los clientes”, explica uno de los trabajadores del local. En vista de que la broma de mal gusto se había convertido ya en una agresión, el portero se dirigió directamente al agresor para pedirle que abandonase el entorno del local y recriminarle su actitud. Cuando se dio la vuelta recibió un puñetazo que le provocó una fuerte hemorragia nasal. Curiosamente, se trata de la misma expresión que, presuntamente, comenzó el incidente que acabó en la muerte de Samuel Luiz.
Después de haber sido golpeado a traición y de haber visto cómo muchos de los clientes habituales eran increpados por un viandante “que no tenía su mejor día”, el portero decidió realizar una maniobra conocida como mataleón para retener al agresor.
Fue efectiva para reducirlo hasta la llegada de la Policía Local y Nacional. Lejos de relajarse, acabó detenido por resistencia y agresión a un agente.