Las cámaras municipales sancionan un 25% más que el radar de la DGT en Alfonso Molina

El Ayuntamiento espera recaudar siete millones de euros por multas de tráfico en 2024 según los presupuestos
Las cámaras municipales sancionan un 25% más que el radar de la DGT en Alfonso Molina
Vista de La Marina, con una de las cámaras que protegen el acceso | Quintana

La alcaldesa, Inés Rey, anunció esta semana que no activará, de momento, los radares de los que dispone la Policía Local, dado que las infracciones de velocidad dentro del casco urbano se mantienen a niveles bajos. Pero no es más que un respiro, y más tarde o temprano se activarán. De todos modos, el Ayuntamiento ya multa un 25% más que la DGT de manera telemática en el término municipal, si se toma como referencia el radar de la AP-9 y las cámaras de La Marina


En efecto: los datos extraídos de ambos puntos (los últimos oficiales se remontan a 2022) señala que el radar de Alfonso Molina situado en dirección salida, a la altura de Palavea, es uno de los más activos de Galicia, y el que más sanciones por exceso de velocidad tramita en la provincia: 42 al día. Esto supuso un incremento del 13% con respecto a 2021, cuando ese mismo escáner ‘cazaba’ a 37 infractores al día. En total, 15.644 en todo un año
 

Y, sin embargo, estas cifras palidecen en comparación con las que recogen las cámaras de La Marina. Porque, aunque todavía la Concejalía de Movilidad no cuenta con ningún radar activo, lleva años empleando sistemas digitales para sancionar: sobre todo, en La Marina, donde las cámaras vigilan el acceso a la avenida de Montoto, restringido a los vehículos de los vecinos y al transporte público desde2017. A pesar de que está fuertemente señalizado, los conductores siguen circulando por allí.
 

Son varias docenas cada día, según confirman fuentes de la Policía Local. En 2018 (el primer año completo en el que estuvieron funcionando) se detectaron 22.220 y cuatro años después, apenas han caído. En 2022, se registraron 20.755 infracciones bajo el epígrafe “otras señalizaciones”. A esto ha que añadir las llamadas cámaras VPV, las que se encargan de sancionar el aparcamiento irregular en calles céntricas como la de Juan Flórez o Médico Rodríguez. 
 

En diez puntos 

Recientemente, se han instalado otras ocho cámaras específicamente para zonas de carga y descarga, donde los transportistas habían denunciado que se aparca irregularmente. Los propios interesados no son ajenos a este problema, puesto que a veces estacionan allí sus furgonetas. 
 

En todo caso, la ciudad cada vez está más vigilada por ojos electrónicos. Son ya cientos de cámaras las que se controlan con desde el Centro Integral de Mobilidade de A Coruña (CIMoB), algunas con Inteligencia Artificial (IA) y se espera que sean 400 antes de acabar el año. En cuanto a los radares, comprados con fondos europeos, son dos aparatos, pero el Ayuntamiento ha instalado diez cajas en grandes arterias de la periferia: Tercera Ronda (2), carretera  de Baños de Arteixo, la avenida de A Pasaxe, la de Salgado Torres, la de Finisterre y Alfonso Molina (a la altura del IES Fernando Wirtz). Los radares se alternarán entre ellas cuando finalmente se activen.
 

Este año, por ejemplo, el Ayuntamiento espera recaudar siete millones de euros por este medio. Alcanzar esa cifra supondría casi  doblar lo recaudado en 2022 que, según la liquidación de cuentas,  fueron 3,8 millones de euros. Aun así, la cifra es ligeramente superior a 2021, cuando se recaudaron 3,62  millones de euros gracias, sobre todo, a los nuevos sistemas telemáticos. 

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