El actual monarca del Reino Unido, Carlos III, estuvo a punto de visitar A Coruña en el 2009. Lo que hubiera sido uno de los acontecimientos del año en la ciudad y todo un escaparate para la ciudad, acabó en agua de borrajas debido a fallo administrativo. Todo estaba preparado para que él, entonces Príncipe de Gales, y su esposa Camilla Parker Bowles, duquesa de Cornualles, arribaran a la ciudad como evento central del 200 aniversario de la batalla de Elviña. Al final, A Coruña ‘tiró al palo’.
La anécdota fue contada por Manuel Arenas, presidente de la asociación The Royal Green Jackets, durante la ruta guiada de la batalla de Elviña y el general Sir John Moore. Algunos de los asistentes, al conocer la historia completa, se llevaron las manos a la cabeza. Y es que hasta en dos ocasiones la Casa Real había dado el visto bueno a que Carlos honrase la memoria de los ingleses que se enfrentaron a las tropas napoleónicas. El Gobierno local de Javier Losada, no obstante, falló en el último paso, erró en la comunicación y, finalmente, obtuvo una negativa del príncipe de Gales por respuesta. La anécdota fue traída a colación durante la explicación de las tres placas conmemorativas de la batalla que se encuentran junto a la iglesia de San Vicente de Elviña.
Durante tres horas, y en un recorrido con casi una decena de paradas, más de medio centenar de personas volvieron a recorrer los escenarios principales y monumentos conmemorativos de la batalla de Elviña. No importó el mal tiempo y la por momentos más que incómoda lluvia. “Es un clima muy británico”, bromeó Phil Reynolds, un inglés que lleva 30 años acudiendo a los aniversarios de la confrontación con los franceses, además de representante de la Sociedad Napoleónica Británica. “Me lo he pasado muy bien los 29 años anteriores”, confesó. Fue, de hecho, el gran reclamo para muchos asistentes que solicitaron hacerse una foto de recuerdo con él.
Debido a las condiciones meteorológicas, no obstante, algunas de las paradas fueron algo más breve de lo esperado. La ruta, realizada en un autobús que partió del Obelisco, incluyó la placa conmemorativa del lecho de muerte de sir John Moore en el Cantón Grande. El puente de O Burgo, el monolito al mariscal Soult, A Zapateira o los restos de la granja de los Franciscanos también se incluyeron en un tour que, además de aprender, hizo disfrutar a los presentes