Carrefour se convierte en un aparcamiento disuasorio para el tráfico de fuera de la ciudad

Carrefour se convierte en un aparcamiento disuasorio para el tráfico de fuera de la ciudad
La zona de Carrefour, con el aparcamiento del centro comercial al lado de la parada de autobuses | Carlota Blanco

Gran parte del problema de la movilidad en A Coruña es la gran cantidad de tráfico que se genera con los demás municipios del área metropolitana. Por el momento, la falta de coordinaciones entre las distintas administraciones ha impedido hallar una solución como los aparcamientos disuasorios. A Coruña solo dispone de uno, el de Lonzas, pero la necesidad obliga a desarrollar el ingenio, y son cada vez más los que utilizan la zona de Carrefour como un aparcamiento disuasorio. Así lo señalan desde el Laboratorio de Mobilidade Sostible de la Universidad. 


Se estima que, a diario, más de 100.000 vehículos entran y salen de la ciudad. La gran mayoría, por Alfonso Molina. “Desde los ayuntamientos se pueden hacer muchas cosas y una cuestión muy importante es el aparcamiento”, señala la codirectora del Laboratorio, Margarita Novales. Los conductores que acuden a la ciudad necesitan un espacio donde estacionar su vehículos. “Si no lo hay, ya estás condicionando la demanda, porque ya no tendrás tanta posibilidad de aparcar en A Coruña”. Por eso hay que actuar a nivel metropolitano. “Tiene que ser un esfuerzo conjunto de toda el área funcional, donde existe movilidad cotidiana”, anima la técnica. 


Pero, claro, tampoco se podría reducir el aparcamiento en A Coruña sin ofrecer una opción de transporte público metropolitano. Debido a las continuas peatonalizaciones, el centro, que es el lugar de destino de la mayor parte de los viajeros, pierde cada vez más espacio de estacionamiento y los conductores lo evitan. 
Un aspecto fundamental del aparcamiento disuasorio es que conecte con un sistema de transporte público de calidad. Es decir, que sea tan rápido como desplazarse en coche. “No vas a conseguir que la gente deje el coche en un aparcamiento disuasorio si está servido por una autobús que pasa cada media hora. En el plan de la Xunta se analizaron posibles localizaciones, pero falta la pata de que el transporte público sea de calidad”. 


El único que existe se inauguró en octubre de 2015 y se encuentra en Lonzas, con 176 plazas. Pero existe un plan sectorial  de aparcamientos disuasorios de  2012 que contemplaba once de  estas infraestructuras rodeando la ciudad y que sumaban 4.000 plazas. La Xunta cuenta desde junio de 2021 con un estudio en el que se proponía instalar tres aparcamientos disuasorios en la periferia coruñesa aprovechando los fondos europeos Next Generation: uno en el apeadero de O Burgo, otro en O Temple y el tercero, dentro del término municipal coruñés, frente al colegio de Santa María del Mar. 


Solo el aparcamiento disuasorio de Santa María del Mar ya ocuparía 4.200 metros cuadrados, es el más grande de los tres que se plantean, y podría albergar 150 vehículos mientras que los otros dos, el del Apeadero de O Burgo, con 3.500 metros cuadrados, y el de O Temple, con solo 1.120, tendrán capacidad para 125 y 40 vehículos, respectivamente. La inversión total prevista rondaba los 1,6 millones de euros.  


Buena conexión 

En el caso de Carrefour, la parada de autobuses que se encuentra en Alfonso Molina, justo frente al centro comercial, cumple dicho servicio, puesto que por allí pasa la línea universitaria, una de las más rápidas y más exitosas de la ciudad, precisamente por su alta frecuencia. La 12 y la 12A que conectan con Cuatro Caminos y permiten, desde allí, tomar cualquier otra línea que lleve al viajero a cualquier punto de la ciudad, no solo al centro. 


Recientemente ha surgido una nueva bolsa de aparcamiento justo al otro lado de Alfonso Molina: Xuxán. Este nuevo barrio, donde aún queda mucho por construir, finalizó su urbanización en julio. En su visita por el remate de las obras, la alcaldesa, Inés Rey, destacó que en sus calles pueden aparcar hasta 1.850 plazas, lo que ha disparado las estadísticas de aparcamiento disponible. 


Pero Novales matiza que ni la zona de Carrefour ni Xuxán pueden considerarse aparcamientos disuasorios en realidad por mucho que para algunos cumpla este papel. “El problema es que están ya demasiado cerca de la ciudad. Deberían estar más hacia las afueras porque si llegas con el coche hasta Alfonso Molina, salvo que sea imposible aparcar en tu destino, ya no lo vas a dejar allí, sino que seguramente seguirás. Pero sí se da la función contraria”, explica la experta. 


Es decir, que, por ejemplo, unos viajeros de distintas partes de A Coruña que se dirigen hacia Santiago queden en Xuxán para dejar allí sus respectivos vehículos y desplazarse todos juntos en el mismo. “Esa función es importante –admite Novales–pero es otra”. En otros puntos de la periferia, como San Pedro de Visma, también quedará libre una gran cantidad de aparcamiento en superficie una vez se construya el polígono residencial. 


Pero existe un peligro para la movilidad sostenible con este espacio que se abre en la periferia. “El aparcamiento al final se usa –advierte Novales– pero tiene un efecto llamada que es que sigan llamando más coches, que es lo que no deberíamos fomentar”. 

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