Casa Saqués: adiós al restaurante de la empanada para ser "coruñés, coruñés"

El local de la avenida de Oza cierra para siempre sus puertas
Casa Saqués: adiós al restaurante de la empanada para ser "coruñés, coruñés"
Antonio Saqués, en una foto de 2005, posa con una de las emblemáticas empanadas de Casa Saqués

Casa Saqués es, sin duda, testigo de la historia de A Coruña. De cómo ha cambiado la ciudad en los últimos 75 años. Tanto que incluso el propio local de hostelería vio cómo cambiaba el nombre de su calle, de General Sanjurjo a la avenida de Oza. Ahora, el balcón a la vida que era su salón comedor cierra sus puertas.  "Queremos agradeceros estos 75 años en los que nos habéis apoyado amigos, clientes y proveedores. Muchas gracias por todos los momentos que hemos vivido juntos". Así anuncia Casa Saqués en su terraza la clausura del restaurante que llenó la barriga de coruñeses y foráneos con más que míticas empanadas. 

 

 

"¿Quién no conoce “Casa Saqués”, emporio del buen comer y mejor beber en la coruñesísima zona de A Gaiteira? Pues nada más entrar y encaramado a un altísimo taburete, al que inexplicablemente pudo acceder, allí nos recibe el más antiguo distribuidor de El Ideal Gallego que conserva su vida y con ella, toda su viveza y lozanía. En efecto, don Antonio Saqués senior –camino de 82 años– es el padre del gran Toñito Saqués, quien –en colaboración con su hermana, la fotogénica Laurita, y su esposa, Marisé manos de oro– sostiene el negocio". Así definía hace veinte años el periodista Ezequiel Pérez Montes a Casa Saqués y sus verdaderos protagonistas, la familia Saqués. 

 

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Local de Casa Saqués en la avenida de Oza | Patricia G. Fraga

 

Antonio Saqués falleció en 2008, después de convertir el establecimiento del barrio de A Gaiteira en uno de los más emblemáticos de A Coruña y de haber recibido varios premios de cocina del concurso Picadillo por la gran especialidad de la casa, las empanadas.

 

Pero no solo de empanadas se vivía en Casa Saqués, también de huevos rotos, dos viandas que el mismo Saqués afirmaba en 2005 que eran las especialidades que había que probar para ser "coruñés, coruñés". 

 

En los últimos años, la regencia del local tuvo que lidiar, sin embargo, con los problemas que le ocasionó la okupación de varios pisos en el edificio anexo al restaurante

 

Un epílogo triste que, sin embargo, no empaña los 75 años de historia, buena comida y amistad que para siempre quedarán anclados entre las paredes de la cocina y el comedor de Casa Saqués.

Casa Saqués: adiós al restaurante de la empanada para ser "coruñés, coruñés"

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