Se resisten los barrios de la ciudad a abandonar una celebraciones que comenzaron en las primeras semanas del verano, y que zona a zona han mantenido encendida esa suerte de llama olímpica desde entonces. Si hace siete días las de Matogrande le echaban el cierre a las fiestas propiamente dichas, la plaza de Azcárraga y la calle de la Torre pondrán un epílogo lúdico que prometen extender el idilio entre vecinos, música, juegos y gastronomía durante unas cuantas horas más.
La Ciudad Vieja celebrará un magosto al que viene dando forma desde las reconcebidas fiestas del Rosario, el pasado mes de octubre. El habitual punto de celebración de casi todo en la zona acogerá esta vez tres actos diferentes y con públicos objetivos algo diferentes, en una búsqueda de la transversalidad que ha sido la bandera de la actual asociación vecinal: entre las 17.00 y las 19.00 horas habrá un taller de calabazas y juegos populares, para a las 19.30 horas dar paso a un magosto popular con castañas asadas y vino para todos los asistentes. Clausurará la jornada, a partir de las 21.30 horas, la elaboración artesanal y tradicional de una queimada.
El presidente de la asociación vecinal de la Ciudad Vieja, Leonardo Méndez, explica el enfoque del magosto con un discurso similar al del Rosario: “Es una propuesta intergeneracional, en la que escapamos de todo lo que pueda ser Halloween; la idea es que los niños se lo pasen bien, pero también que la gente camine y disfrute el barrio”.
Por su parte, el buen tiempo al que apuntan las previsiones, asegura por fin el disfrute de los vecinos de Monte Alto. El pasado 15 de octubre se quedaron a medias en lo que era un cartel completo y con 12 horas de fiestas. Entonces, la lluvia obligó a cancelar los tres grandes conciertos: la música tradicional de Treixadura (21.00 horas), el rock de Crimson and Clover (23.00 horas) y los raperos ordenses Dios Ke Te Crew (0.15 horas). Esta vez, la ubicación será la calle de la Torre para la que será última función protagonista en los barrios.