El comercio local afronta una nueva etapa tras la campaña de Navidad, esa que cada año supone un balón de oxígeno para respirar con mayor alivio en los meses próximos. Sin embargo, esta temporada de compras navideñas no ha sido la esperada y el sector la califica de “floja” en comparación con otros años. El miedo de los consumidores por una posible recesión económica ha jugado un papel muy importante y, a mayores, muchos comercios han echado el cierre tras las navidades. “Más que una campaña de Navidad ha sido una venta normal y no ha llegado a los niveles esperados”, asegura el presidente de la Federación Unión Comercial Coruñesa (FUCC), José Luis Boado.
Los establecimientos que han decidido cesar su actividad, dice, eran los que ya estaban teniendo problemas para soportar una situación marcada por la bajada del consumo y el gasto. Sin embargo, también hay nuevas aperturas en A Coruña, pero los cierres pesan más y los seguirá habiendo, comenta.
Lo cierto es que el comercio de proximidad sigue vivo y continuará aportando luz y vida a los barrios. La ilusión sigue intacta y cada vez son más las zonas comerciales de la ciudad que se renuevan con el fin de incrementar su atractivo, como acaba de ocurrir, por ejemplo, en Os Mallos. “No es momento de euforia pero tampoco de derrota. No es el final, sino un reajuste”, explica el presidente de la FUCC.
Según las estadísticas de la Asociación de Trabajadores Autónomos (ATA) elaboradas a raíz de los datos del de enero de la afiliación del Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA), la provincia de A Coruña ha perdido, en comparación con el mismo periodo del año anterior, un 3,5% de tejido comercial, o lo que es lo mismo, hay 654 establecimientos menos que hace doce meses. A esto hay que sumar los 221 locales de hostelería que también se han perdido en un año. No es que solo haya habido estos cierres, sino que la diferencia entre clausuras y aperturas deja un saldo negativo.
El comercio confía en una pronta recuperación tras este momento de “reajuste” que está suponiendo el mes de febrero, que históricamente es uno de los más flojos para el sector. “Está frenando mucho más el miedo por lo que pueda pasar que la pérdida de poder adquisitivo. Si la economía va bien en los primeros meses se reactivará la economía gracias a fechas señaladas como el Día del Padre o de la Madre”, considera José Luis Boado. Toda esta coyuntura ha hecho que el consumo haya sufrido un reajuste. Así, el presidente de la FUCC relata que ahora se consume de una manera diferente, ya que los clientes buscan productos básicos, primando la necesidad más directa.
La seguridad también sigue en el punto de mira. El aumento de delitos en A Coruña y el número de hurtos y robos en los establecimientos comerciales y hosteleros ha llevado a los comerciantes a solicitar, desde hace meses, una reunión con la Subdelegación del Gobierno y que ha sido retrasada en varias ocasiones. “Es necesario elaborar un plan general de seguridad en la ciudad. No queremos que se presione una zona durante un tiempo y esto suponga que la delincuencia de vaya a otras zonas”, indica Boado, quien cree que desde el Gobierno local se prioriza la defensa y protección del pequeño comercio.