Probablemente, el cruce de la Estrecha de San Andrés con la calle Barrera es una de las zonas más concurridas de la ciudad. Y, sin embargo, en ese mismo punto durante años han existido varios solares ruinosos cubiertos por andamios donde se acumulaba la maleza y las ratas. Pero ayer comenzó a ponerse punto y final a esta contradicción con el cierre del cruce para la instalación de una grúa que se utilizará en las obras del número 9, 11 y 13, que en un par de años contarán con diez nuevas viviendas en el corazón de la ciudad.
Carlos Álvarez, aparejador y jefe de obra, supervisaba ayer el trabajo de los obreros mientras observaba las paredes medianeras que se separan los tres solares. “Me quitan el sueño”, confesó. A pesar de su aspecto ruinoso, y de que la obra los cubrirá completamente, hay que conservarlos, porque la obra se halla en la zona Pepri (Plan Especial de Protección y Reforma Interior de la ciudad Vieja y Pescadería) y está obligado a conservarlos, lo que dificulta y encarece mucho los trabajos. Cuando estén concluidos, allí se levantarán diez viviendas y dos bajos comerciales.
Álvarez explicó que el número 9, cuya obra llevaba cerca de ocho años paralizada, se va a demoler parcialmente para adecuarse a la ordenanza vigente. Se aprovechará para unir los tres solares, de manera que habrá una derecha y una izquierda y una vivienda independiente por planta. Se espera que a finales del año de 2025 estén listos, de manera que podría estar viviendo alguien en ellos a principios de 2026.
La empresa que está llevando a cabo esta obra es Teccmo, que realiza otras en la misma zona, incluida la calle de San Andrés: “Se está moviendo mucho en A Coruña porque son más ágiles con las licencias. Estamos haciendo varias rehabilitaciones de casas antiguas”. Es más complicado rehabilitar que construir ex novo, y también más caro. Pero la zona centro está muy cotizada, y el único espacio que queda son estos solares.
Las diez nuevas viviendas estarán listas para habitar a principios de 2026, según los planes de la obra
Gran parte de esta demanda proviene de ejecutivos de Inditex, gente con altos ingresos que puede permitirse estos precios. La zona de plaza de España, por ejemplo, está tomada por empleados del gigante textil, y el boca a boca funciona. “No hay estudios realizados, pero todo el mundo lo dice, por algo será”, comenta.
“Ahora es más rentable rehabilitar porque ha subido el precio y porque la gente sigue queriendo venir. Monte Alto, Ciudad Vieja... Está en auge. No has puesto el letrero y ya hay gente preguntando si ya está todo vendido. Es una pasada”, aclara.
Ni siquiera la falta de garajes es ya un problema, porque cada vez más la gente prescinde del coche. “Para nosotros, por ejemplo, es muy difícil trabajar por eso”, añade. Pero para los jubilados, por ejemplo, con su vida más sedentaria, la localización es inmejorable y no cabe duda de que el precio lo reflejará. l