En la jornada de ayer comenzaron los trabajos para ejecutar la reclamada pasarela de Pedralonga, que permitirá a los vecinos del entorno sortear la avenida de Alfonso Molina sin riesgos.

Desde la Subdelegación del Gobierno explican que se trata de la segunda fase del proyecto, ya que la primera dio comienzo en septiembre del pasado año, con trabajos preliminares como la eliminación de árboles y carteles en la zona y con la ejecución de las prospecciones necesarias.

Precisamente ayer por la mañana, la subdelegada del Gobierno, María Rivas, y representantes de Demarcación de Carreteras se reunieron con las entidades vecinales de Pedralonga, Eirís (Uxío Carré) y Palavea (Os nosos lares), para comunicarles que iban a dar comienzo estas obras y que se habían tenido en cuenta sus consideraciones.

Principalmente era una. Los vecinos pedían que en la parte más cercana a la superficie comercial de Alcampo, la rampa de acceso fuese más “directa”, en lugar de la suerte de “zig-zag” que estaba prevista en el proyecto inicial.

Cuando se aprobó el proyecto, las tres asociaciones vecinales, en conjunto, presentaron su plan para modificar estas rampas de acceso.

Reclamación histórica

La pasarela de Pedralonga es una reclamación histórica de los vecinos de estos tres barrios, ya que, actualmente tienen que cruzar la carretera N-550 para poder atravesar Alfonso Molina, algo que significaba mucho riesgo para los peatones, motivo por el que pedían la creación de esta infraestructura.

Llevaban esperando más de doce años por la ejecución de esta pasarela, por lo que la reunión de ayer para recibir la noticia fue bien recibida, pese a que la esperaban desde hace tiempo.

De este modo, los operarios comenzaban ayer los trabajos para ejecutar la pasarela sobre la avenida de Alfonso Molina, la cual deberá estar lista para finales del año 2023.

Y es que, tal y como recordaban ayer desde la Subdelegación del Gobierno, los plazos que se plantearon desde un principio siguen intactos, con el objetivo de finalizar esta obra en 26 meses, a contar desde el pasado mes de septiembre, cuando se puso “la primera piedra”.

La inversión total que se prevé hacer, entre la ejecución y los gastos derivados de la misma, asciende a 1,38 millones de euros. La pasarela tendrá una longitud de 161 metros y se dispondrá a una altura de unos 5,5 metros sobre Alfonso Molina, sin pilares para no afectar al tráfico.