Uno de los objetivos del Ayuntamiento durante el presente mandato, del que solo quedan dos meses era convertir A Coruña en una ciudad libre de pintadas. Así lo había anunciado la concejala de Medio Ambiente, Esther Fontán y, aunque es cierto que esta promesa no se ha cumplido todavía. lo cierto es que cada vez está más cerca de conseguirse. En gran parte, porque cada vez se hacen menos pintadas: en lo que va de año, la Policía Local no ha pillado in fraganti a ningún artista callejero armado con sprais, algo insólito si se tienen cuenta que hubo años en los que sancionaba a más de 40 de estos vándalos, como los califica Fontán.
Solo en tres ocasiones en lo que va de 2023 los agentes municipales levantaron acta, y en los tres casos no se trataba propiamente de grafiteros, sino de jóvenes armados con rotuladoras para escribir ‘tags’ o firmas, como se llaman esos garabatos que a veces salpican las paredes. La época de los profesionales con mochilas llenas de aerosoles parece haber quedado atrás. Nombres como ‘Coas’ o ‘Asma’, que en otro tiempo tapizaban las paredes de la ciudad ya no se pueden leer en ningún rincón.
Fuentes municipales achacan este hecho a la política de negociación que ha seguido la Concejalía de Medio Ambiente, a través de la Oficina Virtual de Grafiti (abierta en 2021): una vez identificado al autor de las obras a través de un examen caligráfico, se le dan dos opciones: o afrontar una multa de miles de euros o dejar su actividad. La mayoría escogen la segunda opción, y acaban colaborando con el programa de rehabilitación.
Por su puesto, siempre hay recalcitrantes. El propio ‘Coas’ decidió aceptar la pena de prisión en vez de avenirse con el Ayuntamiento. Y actualmente, persiste la actividad de ‘Xerión’, un artista que se dedica a elaborar la misma imagen una y otra vez: la de la calavera y las tibias cruzadas que aparecen en cualquier parte de la ciudad, incluso en el mismo centro, como la plaza de Lugo, o el parque de Santa Margarita.
A veces no se trata propiamente de una pintada, sino de una baldosa con el icono, o incluso de papeles pegados en una alambrada de obra. Las autoridades tienen identificado al artista callejero, y le han conminado a que ceses su actividad, pero este se niega, según confirman fuentes municipales. De hecho, ya se le ha abierto expediente.
Desde junio de 2021, cuando comenzó la actividad de la Oficina Virtual do Grafiti, y septiembre de l año pasado, se eliminaron más de 4.500 pintadas, aunque el número total es de varios miles más. No solo en propiedad municipal: el servicio de limpieza (que permite borrar los grafitis en 48 horas) también afecta a propiedades privadas o de otras administraciones, como hizo recientemente en el puerto.
Al mismo tiempo, Medio Ambiente está impulsando un proyecto de murales artísticos de gran formato, como el que ha dado buenos resultados en otras poblaciones. El más grande hasta la fecha se inauguró a principios de agosto del año pasado:, en el Paseo Marítimo, a la altura de As Lagoas. En él, Neptuno y Hércules luchan por la ciudad a lo largo de 70 metros de muro.