Si algo tienen en común la meteorologia coruñesa y los premios Guinness, es, sin duda, la cantidad de récords que ambos ostentan. Este mes de enero, plagado de borrascas como ‘Éowyn’, ‘Herminia’, o la última en llegar a la urbe herculina, ‘Ivo’, se consolida como el más lluvioso de los últimos nueve años y el quinto desde, al menos, 1931.
A lo largo de los más de treinta días del primer mes de este 2025, el observatorio de la Aemet registró un total de 262,8 litros por metro cuadrado de precipitación acumulada, lo que le convierte en el segundo mes de enero más lluvioso del siglo XXI, solo por detrás de 2016, un año que registró un total de 292 litros por metro cuadrado.
De hecho, desde que hay registros (1931), además de 2016, solo dos años registraron más precipitaciones acumuladas en este mes de enero: 1955, con 297 litros por metro cuadrado y 1948 –el más lluvioso de la serie histórica– con 348 litros por metro cuadrado. El día 24 fue, según los datos del Aemet OpenData, el líder en cuanto a precipitaciones recibidas, con un total de 36,4 litros por metro cuadrado. Sin embargo, tanto el día de año nuevo como entre el 12 y el 17, la ciudad coruñesa se mantuvo totalmente seca.
Este primer mes del año también fue protagonista por otro aspecto que, aparentemente, no ha sido tan evidente: el calor. Con una temperatura media de 12,4 grados, este mes se consolidó como el segundo más cálido desde que hay registros, solo por detrás del mes de enero del pasado año 2024. En esta ocasión los datos apuntan que la oscilación térmica no ha sido tan diferente en comparación con los meses de enero más cálidos de la serie histórica. De hecho, el primer mes de 2024 registró una temperatura media de 12,6 grados, solo 0,2 más que este 2025 y 0,4 grados más que 1993 y 1966, cuarto y quinto más cálido, respectivamente.
El día 21 de enero fue el que registró una mayor temperatura máxima, con 18,4 grados, un valor totalmente atípico para el mes más frío del invierno coruñés. De hecho, este inicio de año también fue protagonista, además de por los temporales atlánticos, por las grandes variaciones de temperatura en un mismo día.
Por ejemplo, durante el 16 de enero, los coruñeses amanecieron con una temperatura de poco más de cuatro grados centígrados, y a partir de mediodía, se registraron máximas de casi 15 grados, lo que indica una variación de más de diez grados.
Las sucesivas borrascas y alertas naranjas y rojas en las que estuvo inmersa la ciudad de A Coruña durante el final del mes de enero dieron paso a un febrero que empieza con estabilidad. Según la predicción de MeteoGalicia, al menos hasta el fin de semana no se deberían ver precipitaciones en la ciudad, lo que les permitirá a los coruñeses sacudirse la humedad que dejaron los temporales y sus intensas lluvias. En cuanto a las temperaturas, esta semana subirán las máximas a los 16 grados y las mínimas bajarán de los ocho de ayer, a los cuatro de final de semana.