La racha de tiempo cálido y seco se rompió ayer con una lluvia intensa que cayó a mediodía y que sirvió para refrescar un poco a los coruñeses. Sin embargo, eso no significa que la temperatura haya descendido demasiado. A estas alturas del año, los abrigos más gruesos tendrían que haber salido de los armarios y no es así. Los largos períodos de calor son cada vez más frecuentes y las temperaturas alcanzan picos importantes. Una prueba de ello aparece en la serie histórica: la mitad de los récords de temperatura en A Coruña pertenecen a este siglo, según datos de la Agencia Española de Meteorología (Aemet).
El último se batió este mismo jueves, cuando el termómetro marcó los 25,3 grados centígrados. Se batía así, por tres centésimas, la anterior marca de este mes, que tenía el año 2003. Los científicos son muy cuidadosos a la hora de achacar estos datos al cambio climático. Como señaló el portavoz de Aemet, Francisco Infante, es un “valor puntual”. Los coruñeses no tienen esos remilgos y achacan directamente al calentamiento global que tengan que sudar la camiseta en noviembre.
Aunque el cambio climático no se manifiesta en valores puntuales, sí se puede percibir en las tendencias
Pero la memoria es engañosa, y por eso es más fiable recurrir a los registros. La serie histórica que maneja Aemet se remonta a 1930, fecha en la que en A Coruña comenzaron a registrarse datos como fuerza del aire, pluviosidad y, por supuesto, la temperatura.
Son casi cien años de mediciones cuidadosas, pero la mitad de las marcas máximas se han registrado en lo que va de siglo y, como el propio Infante admite, el “cambio climático se manifiesta en tendencias, no en hechos puntuales”.
El máximo absoluto en A Coruña sigue perteneciendo al siglo XX. Concretamente, a agosto de 1961. El dictador Francisco Franco había visitado la ciudad el día anterior con su mujer y detrás de ellos vino una ola de calor inaudita que llevó a todos los coruñeses a las playas. Aquella marca nunca ha podido ser superada, ni siquiera con el efecto invernadero. Y los años 60 guardan todavía las marcas más altas de varios meses del año como mayo del 65 (34 grados) o marzo de ese mismo año, cuando el termómetro marcó unos insólitos 28,2 grados.
Pero lo que resulta interesante fueron las temperaturas máximas que se han alcanzado este siglo al calor (nunca mejor dicho) del nuevo milenio. Para empezar, enero de 2022, cuando fueron 23,1 grados. A Coruña registra un nuevo récord en abril, con 31,6 grados, y otro en julio con 34,5 en 2006.
En 2020 le tocó el turno en septiembre de batir su propio récord, llegado a los 35,4 grados, y octubre le seguiría el año pasado, con 33,5 grados. Junto con el recién batido récord de noviembre, eso hacen seis en total y no cabe duda de que el resto se batirá más temprano que tarde. El calentamiento es un hecho claro, aunque la forma de contrarrestarlo sea más bien oscuro o negro, para los más pesimistas sobre la cuestión. Los coruñeses tendrán que aprender a convivir con él aunque genere más de un problema. Como señaló esta misma semana Infante, “estamos en magosto pero nadie quiere comer castañas con este calor”.
Ironías aparte, el cambio climático no se manifiesta solo en hechos extremos. Acabamos de abandonar octubre, que Aemet califica de “muy cálido” y “muy húmedo” en toda Galicia, y en A Coruña también fue muy cálido, y extraordinariamente lluvioso: llovió casi un 77% de lo normal, 214 litros por metro cuadrado. “Fue uno de los octubres más lluviosos, aunque lo fue más el del año pasado, de manera que tampoco hay que ir más lejos”, explicó el meteorólogo sobre los datos más recientes.
En cuanto a la temperatura, la media normal para un mes de noviembre en A Coruña es de 16,4 pero lo que se midió el mes pasado fue 17,9. “También fue más cálido el año pasado, tampoco fue algo especial. Pero es más llamativo en cuanto a precipitaciones porque fue muy húmedo, porque Galicia llevó un 63% de promedio, pero en temperaturas fue más cálido”, aclara el experto. Con unas precipitaciones tan desproporcionadas respecto a la media, también resultan muy llamativos periodos de sobreabundancia seguidos de sequías.
Hasta ayer, noviembre había sido un mes bastante seco, pero la anomalía estaba empezando a molestar a los coruñeses y pocos se han quejado de tener que ponerse el abrigo y echar mano al paraguas. El mercurio se ha desplomado cerca de diez grados desde el récord de esta semana, y seguirá siendo bajo todo el día de hoy con un máximo de 18 grados, lo que sigue siendo una temperatura más que agradable para esta época del año.
Por otro lado, la lluvia se mantendrá persistente durante todo el fin de semana, aunque según las previsiones el lunes comenzará a salir el sol. Será tímido y se ocultará detrás de las nubes. El miércoles y le jueves volverá a llover y el tiempo seguirá siendo frío, o más frío, en todo caso, de lo que hasta ahora han disfrutado los coruñeses.
Aunque, si la tendencia continúa, puede que todos en la ciudad comiencen a apreciar más el frío que el calor. En general, solo se echa de menos lo que no se tiene. y si el tiempo se vuelve verdaderamente invernal, todos añorarán el buen tiempo de nuevo.