Pasará a la historia la XIV edición del concurso de tortillas de O Castrillón tanto por el éxito de convocatoria como por lo inusual de su ganadora. Y es que entre las 52 candidaturas presentadas, récord absoluto según datos de la organización, la que conquistó el paladar del jurado profesional fue la joven Noelia Corral Marzoa, de solamente 18 años y que curiosamente fue la última en formalizar su inscripción, como dirían los comentaristas de baloncesto, “sobre la bocina”.
Se quedó pequeño el rincón habilitado por la asociación vecinal en la plaza de Pablo Iglesias. Decía el protocolo que a las 18.00 se recepcionaban las últimas candidatas, pero hubiera sido muy injusto privar de participación a la larguísima cola que aguantó de pie, tortilla en mano, la extensión de admisiones. Para entonces el olfato de cualquier nariz sensible se hubiera sentido embriagado por olor a tortilla recién hecha, uno de los requisitos de la organización. Pero lo más curioso y lo que evidencia que el concurso engancha es el hecho de que no existió un único perfil de concursante, sino que se atrevieron a presentar su creación desde las abuelas del barrio a los que podrían ser sus nietos.
También diversas fueron las formas de presentación y, aunque primó el papel de aluminio, hubo quien optó por tuppers, recipientes de plástico e incluso cubiertas para absorber el calor. La más atrevida fue coronada por una flor, pero la organización quiso primar el anonimato.
Por delante, un jurado formado por algunos de los más notables hosteleros de la ciudad, tenía la labor de evaluar 52 tortillas. Lo logró dividiéndose por mesas y seleccionando las mejores de cada una de ellas, y aún así el proceso llevó más de una hora. Fuera, impacientes, eran más de 300 los curiosos, a los que la espera incrementó un hambre que no saciaron hasta el reparto posterior a la entrega de premios.
Esperaban para los tres ganadores una virandeira de olería de Buño por cabeza y un vale de compra en Gadis que incrementó según el ránking: 50 euros para José Luis Fernández, tercero, 100 para Francisco Lamas, segundo, y 150 para Noelia
“Era la primera vez que me presentaba, a pesar de que mi madre ganó tres años”, comentó Noelia Corral tras su victoria. No quiso desvelar el secreto familiar, solamente la ausencia de cebolla, e invitó a los curiosos a probar ese toque especial en el Bar Dori, en el propio barrio. “Fue mi madre quien me enseñó a hacerlas”, dijo.