La semana pasada, al preguntársele a la alcaldesa, Inés Rey, cuando estaría en condiciones para presentar una propuesta para los presupuestos de este año, respondió: “Pronto”. Inevitablemente, tendrá que ser así, porque Rey ha empeñado su palabra de que habrá una propuesta, pero el tiempo corre en su contra: el 28 de mayo son las elecciones municipales y todavía no han comenzado las negociaciones con la Marea Atlántica de lo que promete ser el acuerdo más difícil del mandato.
Los anteriores presupuestos fueron fruto de un acuerdo bilateral con este grupo municipal, puesto que Inés Rey gobierna en minoría, y la concejala de Deportes, Mónica Martínez, dimitió tras una sentencia que ratificó que su abandono de Ciudadanos para ser concejala no adscrita y después formar parte del Gobierno local era transfuguismo. El caso se judicializó precisamente a raíz de una denuncia de la Marea Atlántica. Junto con Mónica Martínez, el grupo del PSOE y de la Marea alcanzaban la cifra mágica de 14 votos: la mayoría absoluta en el pleno municipal.
Martínez dimitió de su cargo como concejala de Deportes, pero sigue manteniendo su puesto como concejala no adscrita y, de hecho, la semana pasada acudió al pleno por primera vez desde su dimisión como responsable de Deportes y votó a favor de los temas presentados por el Gobierno local como el que se refiere a la revocación de la licencia del edificio en construcción en Los Rosales, que llevaba paralizado años. Sin embargo, en las mociones se mostró bastante crítica y votó en contra del Gobierno local en la aprobación de pacto al que se había llegado con el Estado para pagar por la antigua cárcel provincial, lo que supuso una de las derrotas más graves del Gobierno de Inés Rey en el pleno.
La concejala ha mantenido silencio sobre cuál será su postura en los meses que queda de mandato y, sobre todo si votará a favor de los nuevos presupuestos, o si lo hará de forma incondicional o a cambio de alguna medida. Esta incógnita es una de las más importantes por despejar.
Existen otras posibilidades de pacto: desechada el PP por razones políticas (aunque su grupo municipal ha apoyado al Gobierno de Inés Rey cuando ha llevado asuntos que la Marea no apoyaba) queda el BNG. También existe la posibilidad de contar con Isabel Faraldo, la única concejala de Podemos, pero la Marea no le ha perdonado que abandonara su grupo municipal al principio de este mandato. La propia Marea exige que descongele diez proyectos (vivienda, ayudas sociales, etc) para empezar a negociar.