Cultura se abre ahora a dejar en el viejo Fornos los murales de Urbano Lugrís

Cultura se abre ahora a dejar en el viejo Fornos los murales de Urbano Lugrís
Uno de los murales de Lugrís cuando el local en el que se encuentran las piezas albergaba el restaurante Brasa y Vino | Aec

El conselleiro de Cultura, José López Campos, anunció ayer que a finales de este mes o comienzos del próximo estará listo el último informe sobre los murales de Lugrís en el viejo Fornos y que será entonces cuando se tome la gran decisión: si serán trasladados o permanecerán en el sitio en el que fueron pintados, opción a la que ahora la Xunta parece abrirse. 


“Hai un compromiso claro por parte da Xunta. De feito, nós iniciamos ese dereito de retracto para poder quedarnos coa titularidade e, de feito, podemos anunciar que está formalizada e que xa son titularidade de Xunta”, inició su intervención el conselleiro, recordando que son propiedad del gobierno autonómico. Para ello tuvo que abonar  36.000 euros.


¿Cuál será el futuro de las obras, ahora sometidas a las inclemencias meteorológicas en un local que lleva años desocupado? De entrada, la Xunta se había mostrado partidaria de trasladar las once piezas al Museo de Belas Artes da Coruña, de titularidad estatal pero gestionado por la administración autonómica. Pero ayer el conselleiro dio a entender que finalmente puede haber un giro en los acontecimientos: “É unha decisión complexa, non é fácil”, empezó diciendo Campos, quien realizó estas declaraciones tras presentar la exposición ‘Hábitats’ en la sede de Afundación en el Cantón Grande.

 

Cuatro informes

Lógicamente, la decisión final se adoptará “tendo en conta todos os informes técnicos”, remarcó el conselleiro. Por ahora, hay tres estudios.  Dos fueron encargados por el Ayuntamiento. Uno de ellos lleva la rúbrica de la restauradora Carmen Jiménez (quien ahora dirige la Fundación Luis Seoane), y es de carácter más técnico, enfocado al (pésimo) estado actual de los murales. El otro, que añade el aspecto histórico, lo firmó Juan Manuel Monterroso Montero, catedrático de Historia del Arte de la USC. Los dos coincidieron en que lo ideal es conservar las piezas en su actual ubicación. Ninguno de estos dos informes establece doctrina. Es decir, no obligan a nada. La Xunta dispone desde hace meses de un tercer estudio en el que sí se contempla la posibilidad de mover las obras de sitio para garantizar su futura preservación.


El que está pendiente de finalización, que sería el cuarto, es el que tienen que realizar los especialistas de la Dirección Xeral de Patrimonio (dependiente de la propia Consellería de Cultura, Lingua e Xuventude), que estuvieron trabajando en la calle Olmos el pasado noviembre. 


“Vannos dicir cal é a complexidade técnica das dúas opcións que temos enriba da mesa agora mesmo: que sería a súa desmontaxe, o seu traslado a outro espazo que sexa propiedade da Xunta de Galicia ou a decisión de deixalos no lugar para que foron creados. Sei que este debate esta aquí na cidade.

 

 Evidentemente, non é unha decisión sinxela”. El debate ciudadano al que alude es al generado por el Colectivo Lugrisián In Nave Civitas y la Asociación Cultural O Mural, entidades que se han manifestado en los últimos meses —antes incluso de que se abriese la puja por las obras— en contra del traslado. Consideran que el espacio donde los coruñeses y los visitantes se merecen disfrutar de estas piezas es exactamente en donde fueron pintadas en 1951.


El conselleiro avanzó que el informe de Patrimonio estará acabado a finales de este mes o comienzos de mayo, y que será una vez leído, y sopesando también los tres estudios anteriores, cuando se tomará una decisión. Avanzó que, si se opta por trasladarlo, el coste será muy elevado: “O que si podo adiantar é que as primeiras estimacións do posible traslado dos frescos apuntan a cifras moi elevadas, porque xa non é só a complexidade do tamaño dos mesmos, senón que os materiais cos que están feitos son diferentes e isto nos obligaría a seccionar os murais dunha forma determinada. O custo sería elevado”, remarcó. 


No sería el primer mural de Lugrís que se secciona: ‘Vista de A Coruña 1669’ fue trasladado así en 2016 desde el antiguo Vecchio (hoy Tiger) hasta la sede central de Abanca. En cuanto al coste, El Ideal Gallego publicó el pasado año que ese traslado costaría un mínimo de 300.000 euros, según técnicos especializados consultados por este diario. 

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