Los delitos de Violencia de Género se encuentran entre los que más atención reciben por parte de las autoridades, que canalizan estos asuntos a través de los Juzgados de Violencia sobre la Mujer. Pero en ellos se reciben cada vez menos casos, por lo menos en los del partido judicial de A Coruña, que comprende, además, los municipios de Arteixo, Cambre, Carral, Cerceda, Culleredo y Oleiros. Según las estadísticas oficiales, en el segundo trimestre de este año ingresaron 289 delitos, lo que supone un 28,5% menos que en el mismo período del año anterior. 

El Tribunal Superior de Xustiza (TSXG) señalaba en un comunicado que, en general, los juzgados gallegos habían recibido menos denuncias por violencia de género en este lapso de tiempo, pero el descenso general desde un 5,8%. Igualmente descendieron el número de víctimas, un 7,3%. En el caso de A Coruña, la mayor parte de los delitos cometidos fueron lesiones y malos tratos. En su mayoría, leves (112) aunque también hay más graves (58) y graves (87). En el lado negativo, hay que destacar que crecieron mucho las lesiones contempladas en el artículo 148 del Código Penal, que son las que se infligen con un arma, si se realiza con ensañamiento o si fuera vulnerable por alguna circunstancia. 

A esto hay que añadir 18 delitos de atentado contra la moral. Por otro lado, se registraron cinco delitos de quebrantamiento de penas y nueve de medidas. En ambos casos se trata de órdenes de alejamiento emitidas después y antes del juicio. Llama la atención el que en el segundo trimestre de 2022 se dieran 105 delitos de quebrantamiento y este año solo cinco, lo que se puede achacar a varios factores, como una reducción en el número de penas y el empleo de sistemas de seguimiento que tienen un efecto disuasorio.
 

Es positivo, además, porque el resto de casos que recibieron los demás juzgados sí se incrementaron (y de forma notable) en el segundo trimestre como consecuencia de la huelga de administradores judiciales del primer trimestre. Sin embargo, los casos de Violencia de Género tienen prioridad en servicios mínimos, de ahí el escaso efecto.