Este jueves, 13 de marzo, se conmemora el Día Mundial del Riñón. Se trata de una fecha que cada segundo jueves de marzo busca desde 2006 sensibilizar sobre el cuidado de este órgano, incrementando la conciencia sobre las enfermedades renales crónicas, uno de los desafíos de salud más significativos de este siglo.

Porque en los últimos años se ha incrementado el cuidado de un órgano básico en el ser humano, vinculado también a avances sanitarios y tecnológicos que han promovido que cada vez se sea más consciente de cómo hay que tener en cuenta los riñones y también cómo se pueden evitar, prevenir o curar los trastornos asociados a ellos.

Más de 40 años de historia tienen ya los avances de salud renal en el Chuac, donde en 1981 se realizaba el primer trasplante renal en Galicia, una cifra que ya llega a 5.168, o lo que es lo mismo, más de un centenar cada año.

Como recuerda el Sergas, en 1981 el Hospital de A Coruña se encargada de relizar la primera intervención del programa gallego del trasplante renal. Fue de la mano de los doctores Marcelino González Martín y José García Buitrón en un centro sanitario que entonces todavía se llamaba Juan Canalejo: Un joven ferrolano recibió un riñón de su padre, con la técnica de donación de órgano de otra persona viva.

Años después, en 2013, el hospital coruñés volvió a situarse a la vanguardia de los trasplantes renales al realizar el primer trasplante renal cruzado en Galicia, en colaboración con el Clínico de Barcelona. Esta técnica se basa en el un trasplante renal de donante vivo, pero con la peculiaridad de que se realiza entre un donante y un receptor que no se conocen fruto de un intercambio entre los donantes de dos o más parejas que son incompatibles entre sí, pero sí con otras personas también implicadas.

Este 2025, el Día Mundial del Riñón lleva por lema "¿Están bien tus riñones?: Protege tu salud renal. Detecta a tiempo posibles complicaciones", buscando sensibilizar sobre la salud de los riñones, ya que las proyecciones para el año 2040 apuntan a que las enfermedades renales crónicas pueden convertirse en la quinta causa de años de vida perdidos a nivel global.