“Con humildad, los pies en la tierra y haciendo las cosas bien, tratando de mejorar... Siempre”. Quien lo dice es el cirujano Diego González Rivas, el coruñés más internacional que, después de dos meses de ausencia y casi una decena de destinos en cuatro semanas, regresa a su ciudad para estrenar la fundación que lleva su nombre con una operación de urgencia en el Hospital San Rafael. Un estreno ‘adelantado’ por la situación de la paciente, que sólo unas horas antes había aterrizado en Galicia procedente de Perú.
¿Cuánto tiempo hacía que no venía a A Coruña?
Llevaba dos meses sin venir a A Coruña. Estuve en Islandia, en India, en Rumanía, en Alemania, en Burkina Faso, Congo...
¿Cómo logra mantener ese ritmo?
Con pasión todo se consigue, y si amas tu profesión y disfrutas viajando... Eso sí, la dedicación absoluta, sin apenas tiempo libre.
Nunca dice que no a un caso...
Digo que no a muchos, pero es verdad que nunca digo que no a aquellos que creo que puedo rescatar porque son localmente avanzados y técnicamente se pueden quitar pero han sido rechazados por su complejidad, con lo que dependen de un cirujano con experiencia para hacerlo... Por eso opero en todo el mundo
Como el caso que va a operar, una embarazada que viene de Perú.
Es un caso muy complejo que viene a través de la fundación. Allí la operaron dos veces y le dejaron el tumor las dos veces, cosa que no debería ocurrir nunca.
¿Cómo nace la idea de crear la Fundación Diego González Rivas?
Nace de la necesidad de operar en países en vías de desarrollo casos complejos con cirugía mínimamente invasiva, de acercar este técnica a territorios menos favorecidos. La idea era crear una unidad móvil en la que podamos desplazarnos con toda la tecnología y evitar así las consecuencias que a veces implican los retrasos en el envío de material, las carencias que existen en algunos países en cuanto a medios, y de esta manera, no depender de donaciones... Para que llegue allí y pueda operar, porque a veces llego y no funciona la cámara, o algo quedó retenido en la aduana, falta una tuerca... O incluso se va la luz en medio de la operación, que es algo que ocurre con cierta frecuencia.
Todos imprevistos que con una unidad móvil se solucionarían.
Desplazamos una unidad móvil con la tecnología y equipamientos necesarios y nos despreocupamos de esas cuestiones. Es más, podemos operar al paciente cerca del hospital y después llevarlo de nuevo para su recuperación. Sería una gran ventaja y por eso necesitamos que, a través de la fundación (fundaciondiegogonzalezrivas.com) se canalicen donaciones para equipar esta unidad, que es tremendamente costosa pero que se va a poder movilizar por todo el planeta.
¿Qué plazos manejan para poder disponer de esa unidad móvil?
Contamos con todos los presupuestos y espero que a finales de año podamos contar con ella. Estamos trabajando mucho y mucha gente de manera altruista...
Una colaboración que, de partida, ya es todo un éxito
Es que yo creo que el ser humano es bueno, en el fondo tiene esa bondad aunque a veces, por adversidades, se puede volver despreocupado, rebelde... Pero el ser humano tiene ese instinto de ayudar a los demás, y este es un proyecto que te permite hacerlo.
¿Cómo ha evolucionado el tratamiento contra el cáncer? ¿Está cerca la cura?
El cáncer se está convirtiendo en una enfermedad crónica. Existen ya muchas técnicas combinadas, la quimioterapia ha mejorado, hay radioterapia, cirugías más o menos invasivas... Todo combinado permite que se pueda plantear cada caso desde diferentes estrategias. En la actualidad vemos más pacientes operables que antes porque se han podido rescatar mediante inmunoterapia... Hay muchos avances. Hay un futuro prometedor para luchar contra cáncer, sobre todo a través de esas cirugías mínimamente invasivas y con los nuevos elementos de inmunoterapia.