Que A Coruña es solidaria es una realidad de la que pueden dar fe las numerosas organizaciones que, con base en la ciudad, se dedican a hacer algo mejor la vida de quienes ni siquiera nacen en igualdad de oportunidades. Sin embargo, en ocasiones son necesarios ejemplos prácticos que luchen contra lo efímero de algunas olas. Se trata de mantener activo el sensor de la concienciación y de las ayudas para que algunas historias extraordinarias puedan hacerse realidad. La ONG Por qué no, situada en Novo Mesoiro, presume desde el pasado 27 de enero del mejor ejemplo de cómo los pequeños gestos en ocasiones contribuyen a llevar a cabo poco menos que milagros. Es el caso de Juana Cecilia Cholotio, la primera estudiante beneficiaria de una beca en su aldea de Guatemala y que, gracias a la labor de Por qué no, pudo completar sus estudios desde la Educación Infantil hasta las prácticas de Enfermería que ahora mismo cursa en el hospital San Rafael.
La labor que la ONG realiza desde hace años en Guatemala es necesario ponerla en perspectiva y con el esfuerzo que para Cecilia supuso llegar al mismo punto que las demás becarias europeas del hospital.
El camino, literalmente, estuvo lleno de obstáculos y muchos más rodeos. “No todas podemos llegar a la universidad, y en mi caso fue gracias a la beca”, reconoce. “No es despertar, ir a clase y seguir estudiando hasta la facultad: una tiene que ayudar en casa, limpiar, tener un trabajo de lunes a viernes y esperar al fin de semana para poder estudiar”, añade la guatemaltaca, que cada día durante su etapa escolar tenía que hacer un viaje de una hora en barca a través del lago Atitlán, y posteriormente un bus, solamente para poder ir de su aldea a la escuela. “Todo este proceso en A Coruña es también una gran responsabilidad para mí, el objetivo es ser un ejemplo para otras niñas y poder motivarlas para seguir estudiando”, reconoce Cecilia, que regresará a Guatemala el próximo 2 de abril con una experiencia que puntúa “como cuatro años de carrera”.
Cecilia apunta a su trabajo en el servicio de Traumatología y en el área de quirófanos como sus momentos predilectos de su paso por el hospital San Rafael, que también ha sido parte activa con su disponibilidad para el proceso.
Y es que la fortuna quiso que los caminos de la ONG y el centro médico coincidieran en un acto solidario de hace un año, una oportunidad que Por qué no no dejó pasar. “Planteamos la posibilidad y nos abrieron la puerta, lo que para nosotros es un triunfo y algo histórico”, afirman fuentes de la organización.
Por qué no ve completado por primera vez su proceso de ayuda en Guatemala y el sentimiento no puede ser otro que de emoción. “Es un orgullo ver cómo se cierra el ciclo con los estudiantes y debe ser un espejo para que muchos más salgan adelante”, aseveran.
Con una mirada puesta en el pasado, consciente de todos los obstáculos que ha tenido que superar, Cecilia tiene claro el mensaje para los benefactores que lo han hecho posible: “Que Dios los bendiga siempre”.