Si un sábado ya es un día ajetreado de por sí en las plazas de abastos, a la de Elviña se le sumaba este 1 de abril otro ingrediente: abrazos, bailes y música para festejar que, por primera vez en su historia, este mercado municipal cuenta con todos sus puestos ocupados, 56. "Es un mercado que lleva muchos años, es muy de barrio y la gente nos conoce de siempre", asegura Sandra Blanco, que hace diez meses tomó el relevo de Milu para continuar con el futuro de su mercería. "Aquí, con este traspaso, me ha tocado la lotería", dice, mientras enumera las fortalezas de esta instalación: "Damos un trato cercano, con mucho cariño. Es muy cómodo, todos los puestos, menos dos o tres, los llevamos gente de cincuenta años para abajo, por lo que hemos ido tomando el relevo para seguir con la actividad. Sabemos lo que queremos".
La comodidad de esta plaza es un valor muy repetido entre los placeros. Damián, que regenta desde hace siete años la Panadería Estrella, que lleva más de cuatro décadas en activo, menciona el hecho de que haya ascensores, rampas mecánicas y unas instalaciones nuevas como los mayores atractivos. "Ofrecemos muchas facilidades, como el servicio a domicilio con Kibus, y no solo en A Coruña, sino también en el área metropolitana", indica.
El barrio de Elviña pasó de tener tres zapateros a ninguno. El más cercano estaba hasta este mismo año en Monelos, y ahí fue cuando Enrique, del puesto 50, decidió instalarse en el mercado con su zapatería. "Llevo desde el 14 de febrero. Cuando surgió la oportunidad no lo dudé ya que hay muy buen ambiente y es un mercado muy cuidado. Somos como una familia con los clientes", señala.
Juan Carlos, que ayuda a su padre en la carnicería Cándido Lorenzo, destaca el emplazamiento de esta plaza de abastos como principal fortaleza. "Las personas que vienen del área metropolitana no tienen que meterse en la ciudad para venir y, además, hay un párking en el mismo edificio, un supermercado y un centro comercial. Es muy cómodo y todos los puestos estamos en una misma planta", subraya.
Quien se apuntó a la celebración fue la concejala de Mercados, Diana Cabanas, que no dudó a la hora de bailar a ritmo de la tuna con el presidente de la asociación de comerciantes, Leo Tomé. Los tuneros y la concejala recorrieron todo el mercado saludando a los placeros. “Esto pone de manifiesto que el comercio local de A Coruña está más vivo que nunca y que los esfuerzos realizados por este Gobierno están dando sus frutos", dijo Cabanas. Además, había un espacio de degustación para los clientes que acudiesen hoy a las instalaciones.