No es ni una fecha redonda, ni siquiera el propio día del deceso, pero el fallecimiento de Elvis Presley resulta sinónimo de día grande en El Penique, el pub irlandés de la cuesta de la Unión que se ha convertido en paradigma de los eventos distintos en la ciudad. Lo que tradicionalmente se resolvía con una vigilia con decoración temática y exposición de vinilos pasará en esta ocasión a una fiesta con mayúsculas, en forma de concierto y con el espíritu de Graceland impregnando el barrio de Juan Flórez.
El 46 aniversario de la muerte del rey será recordado en la ciudad como ‘Penique comeback special’, un concierto de la mano de Álvaro Dorda & Kiko The Jams de Rockers Go To Hell. El aforo se ha limitado a 46 entradas, a un precio de 15 euros y el derecho a una copa o dos cervezas. Al finalizar el homenaje las puertas se abrirán para el público general.
Charly Estévez, propietario del local y responsable de otras iniciativas como la vigilia por George Best, los San Patricio más masivos de la ciudad o la Superbowl a la americano, se muestra especialmente ilusionado por un acto sin precedente en los 25 años de historia de su local. “Este homenaje será diferente a los 23 años anteriores de festivales Elvis”, advierte.