Dani, un comerciante de Os Mallos se disponía a coger su bicicleta eléctrica en la mañana de este sábado para ir a trabajar cuando se encontró con algo que le dejó desolado. Al acceder a su garaje comunitario, situado en la calle de Novoa Santos, la bici no estaba. En ella lleva todos los días a su hijo a pasear e incluso tenía la silla del niño en la parte trasera. El vehículo fue robado esta madrugada y, tal y como apunta el comerciante, no fue el único: “Había más candados tirados en el suelo”.
Dani señala que, robar la bici sin el cuentakilómetros, que lo tiene él, “no sirve de nada”. “Se han llevado una bici de treinta kilos, sin alforjas, que no van a poder ni poner en marcha”, añade. El garaje no dispone de cámaras pero este comerciante no pierde la esperanza y ha difundido la imagen del vehículo para tratar de dar con él. Este mediodía, además, acudirá a comisaría para interponer la denuncia.