Las calles de la Ciudad Vieja son las grandes protagonistas desde el pasado jueves, cuando dio inicio la feria medieval. Las ganas de los coruñeses por revivir esta tradición tras dos años de parón forzado por la pandemia han hecho que la afluencia sea constante, algo que traspasa los muros del casco histórico y se hace notar en el centro de la ciudad.
El retorno económico que genera la Feira das Marabillas ha impulsado durante estos días la actividad en la hostelería y el comercio. “Hemos pasado de cero a cien”, dicen desde el restaurante Petite Bretagne, localizado en La Marina.
La encargada de este establecimiento asegura que “se notan mucho las ganas de la gente por salir de casa”, algo que se percibe mucho más por las noches. “La feria ha sido el gran repunte y, sumado a que hay mucha gente de fuera, está animando muchísimo la actividad”, añade. Alberto Boquete, de La Mansión 1783 y futuro presidente de los hosteleros de La Marina, considera que la gran afluencia que ha generado el mercado medieval ha hecho que se modifiquen los horarios que había hasta el momento. “Hay más volumen de gente y las noches se alargan más. Si hasta ahora estábamos cerrando a las 22.00 horas entre semana, ahora es a las doce de la noche”, indica. El hostelero confía, además, en que esta tendencia continúe con la llegada de los conciertos y las fiestas de María Pita.
Los locales destinados al ocio nocturno también viven unas jornadas animadas. El presidente de la asociación de hosteleros, Antón Sáez, de La Tavernier, relata que la facturación de estos días está siendo buena, aunque compara las cifras con la semana anterior, cuando el Morriña Fest despertó a los coruñeses e hizo que los establecimientos cobrasen vida por las noches. “Están siendo semanas buenas. No para recordar, pero al menos son buenas”, afirma.
Cuanta más afluencia de gente haya por la calle, más personas entrarán en los comercios, y esto es lo que está pasando estos días en la zona del centro. La presidenta de Zona Comercial Obelisco, Isabel Porto, comenta que “las ventas han subido porque hay mucha más gente paseando por la zona. El ambiente da muchísima vida al comercio y da gusto verlo y sentirlo”.
De cara a las próximas semanas y el inicio del mes de agosto, clave para el turismo, las expectativas son positivas. “El cartel de fiestas es muy bueno este año y creemos que va a ser un polo de atracción muy potente”, indicaba hace unos días el presidente de la Asociación Provincial de Empresarios de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete. La celebración del Noroeste Estrella Galicia, las fiestas de María Pita y el buen tiempo, entre otros factores, “están generando muchísima expectación y creemos que va a hacer que todos los sectores tengan muchos beneficios. Desde el ocio nocturno, hasta los hoteles, que están llenos, y los restaurantes”, adelanta.