Tras quince días en los que la música no ha dejado de sonar, las fiestas de María Pita llegaban ayer a su ecuador. Y lo hicieron con una jornada de especial arraigo a la cultura coruñesa y gallega y con protagonismo de las entidades culturales.
 

Así, mientras en la Cubela y en A Gaiteira se celebraba, durante todo el día, las fiestas de Oza-Gaiteira, la música en el centro empezaba a sonar a última hora de la tarde. Y lo hacía en Méndez Núñez, en el marco de Habaneras, con un concierto de una agrupación histórica como Amizades, que hacía las delicias de los presentes, antes de ceder el testigo hoy a las corales y orfeones.

Ya por la noche, en María Pita, era el turno de alguien de la casa, como Xabier Díaz, que se subía al escenario junto a quienes desde hace años ya son casi parte indisociable del coruñés, Adufeiras de Salitre. Pero no estaban solos, ya que para la ocasión invitaron a Pedro Pascual, a Margarida Mariño y a entidades como Eidos, Autruxo, Donaire, Cántigas da Terra, Xacarandaina y Son D’Aquí.