Una foca de cien kilos visita la zona de Oza en A Coruña

La llegada del buen tiempo invita a abandonar el agua y a disfrutar del sol
Una foca de cien kilos visita la zona de Oza en A Coruña
El lobo marino, descansando en el pantalán / Andrea Gestal

Con la llegada del buen tiempo, no solo las personas disfrutan de tomar el sol. Estos días puede verse en los muelles de Oza a una foca que ha hecho de los pantalanes su solarium particular. Con la subida de las temperaturas, el mamífero marino disfruta del calor, de las aguas tranquilas a pesar de la curiosidad que genera entre los transeúntes.

 

La temporada de lobos marinos en Galicia va de diciembre a abril, así que no es tan extraordinario avistarlos. Pero normalmente se trata de ejemplares juveniles. Los técnicos del Centro de Mamíferos Marinos (Cemma) señalan que se trata de una hembra de 100 kilos de peso. "É un caso raro", apuntan. Pero el lobo marino es un animal solitario, que se aleja de sus congéneres en busca de pescado que no tenga que compartir.

 

 

 

Esta, además, tiene una capa verde sobre su espalda, de algas que se han adherido a su pelaje. "É algo normal. Fai sol, vai nadando en auga pouco profunda, e xenera algas", apuntan desde el Cemma, donde piden al público que, por favor, no se acerquen al animal. No solo porque la presencia humana excesiva podría expulsarla ("Onte enviaron un dron", aseguran) si no porque también es peligrosa. "Ten unha boca coma un doberman", advierten 

Una foca de cien kilos visita la zona de Oza en A Coruña

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