Los furtivos regresan a la ría de O Burgo debido al precio al alza del marisco

Los furtivos regresan a la ría de O Burgo debido al precio al alza del marisco
Furtivos faenando en la ría de O Burgo | Quintana

Las obras de dragado de los lodos de la ría de O Burgo llevan meses en marcha, y durante este tiempo los mariscadores de la Cofradía están obligados a un paro forzoso. Sin embargo, los furtivos han seguido faenando normalmente hasta hace poco, cuando la retirada de los lodos tóxicos ha acabado con prácticamente toda la almeja. Sin embargo, fuentes de la Cofradía aseguran que ha vuelto a la ría, a pesar de que apenas es productiva debido al incremento de los precios propios del verano y de la demanda turística. 


Esta misma semana, los cofrades observaron como faenaban media docena de furtivos y alertaron a Gardacostas, pero no tienen noticias de ninguna incautación. “Nosotros somos 70 mariscadores, unos 40 a pie y otros 30 a flote. Si nos pusiéramos a faenar, con el poco marisco que queda, acabaríamos con él en una semana, pero ellos pueden hacerlo”, explicaron las mismas fuentes. 
 

Los furtivos se habían mantenido activos hasta hace poco, incluso habían mejorado sus operaciones con la instalación de una depuradora de almeja (que está contaminada con varias bacterias y que no es apta para el consumo humano nada más salir del agua). Agentes de la Policía Autonómica decomisaron en abril 78 kilos de marisco bivalvo de diferentes tipos en dicha depuradora, en un operativo que contó con la participación de Inspección Veterinaria, el Servizo de Gardacostas de Galicia, la propia Policía Local y Augas de Galicia. Según la Cofradía de Mariscadores, era la primera vez que se descubría una depuradora ilegal y aquel golpe pudo haber contribuido a que se detuviera de forma temporal el furtivismo. “Parece que ahora han perdido el miedo”, señalan. 
 

A restaurantes 

Esta semana se vio a los furtivos provistos de ‘rañetas’ (para rastrillar la arena del fondo en busca de almejas) y de forquetas, con las que se trataba en seco. “Se lo llevan todo, no les importa el tamaño”, añaden los cofrades. Aunque es obvio que luego, ya en tierra, realizan una criba antes de vender el marisco a restaurantes de la zona. 
 

Aunque la mayor parte de la ría es ahora improductiva, sobre todo porque las grandes máquinas que operan desde los pontones han removido el lodo del fondo hasta asfixiar el marisco, todavía queda algo en zonas específicas, como el arenal de A Bancada y el de O Carniceiro, como lo denominan los propios mariscadores, que son los primeros interesados en proteger estas pequeñas reservas de cara a la vuelta a la actividad, que podría producirse en unos meses. Por eso piden a las autoridades que no descuiden la vigilancia. 
 

Marcha de las obras  

Por otro lado, los interesados ignoran cuándo podrán volver al trabajo: las obras avanzan, pero aseguran que la Subdelegación del Gobierno no les mantiene tan al corriente de su desarrollo como ellos querrían. Existen dos balsas que contienen los lodos que amenazaban con asfixiar la ría: uno en O Burgo y otro en Oleiros. El primero debía llenarse a mediados o finales de junio. El segundo, en septiembre. 
 

Pero, como los propios cofrades reconocen, la retirada de los lodos no es más que una fase de los trabajos. Será necesario cubrir con arena de grano grueso el lecho de la ría y concluir las obras antes de finales de año porque se financian con fondos europeos. Después se construirá en un entrante una gran zona verde. En cuanto a cuándo volverán a faenar, lo tendrá que decidir la Consellería do Mar. 

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