Fue necesario un día de espera para que se pudiera retirar la locomotora que el miércoles descarriló a la estación de San Diego. Se trata de una cabeza tractora pequeña, que se emplea para mover vagones dentro de la propia estación pero, aun así, pesa 70 toneladas, de manera que fue necesario solicitar la asistencia de una grúa especial.
Los trabajos comenzaron a las diez de la noche y se prolongaron hasta el cierre de esta edición. Fue necesario cortar la carretera de acceso al puerto petrolero (que conduce a Oza) para poder llevar a cabo las operaciones.
El descarrilamiento se había producido a las siete y media de la tarde del miércoles, y había derribado parte del muro que separa la carretera de las líneas férreas. Afortunadamente, el maquinista resultó ileso.
La Policía Portuaria estuvo a cargo del corte, dado que la carrera discurre por terreno del Puerto, mientras que los técnicos del ADIF y Renfe se encargaron de supervisar la operación.
El muro dañado también tendrá que ser reparado. Por otro lado, todavía no se han aclarado las causas que motivaron este accidente, aunque se sabe que la locomotora, una 311, no circulaba a gran velocidad, por lo que podría ser culpa de las vías.