El periódico del 19 de abril de 1997 destacaba la desclasificación de los "papeles del Cesid" y el abandono del entorno de Punta Herminia.
Punta Herminia se ha convertido en el "punto negro" del Paseo Marítimo, no solo por la falta de alumbrdo que sufrió los efectos de las llamaradas del "Mar Egeo" antes de que pudiera estrenarse. Después de esa oleaginosa madrugada de diciembre de 1992, en el que las llamas y la humareda le quitaron las galas a un parque que no contaba ni con una semana de vida, la zona sufrió un completo abandono, anclada en el largo proceso judicial que sigió al naufragio. El Ayuntamiento aplazó las reparaciones hasta que se produjese el fallo. La antigua batería militar, una construcción subterránea de mil metros cuadrados, es el escenario de una agitada vida nocturna, después de que los muros de horigón que la tapiaban fueran derribados.
Los tres jueces que pidieron los documentos secretos del Cesid dispondrán de ellos 18 meses después de que el magistrado Baltasar Garzón solicitara al Gobierno estos "papeles", cuya desclasificación íntegra decidió ayer el Consejo de Ministros en cumplimiento del dictamen del Tribunal Supremo. Según el ministro de Defensa, Eduardo Serra, el Gobierno acordó desclasificar los trece documentos completos y no sólo determinados párrafos de los mismos, como solicitaban los jueces, porque considera que, de ese modo, contribuye mejor a esclarecer los hechos investigados judicialmente. De este modo, los magistrados de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón y Javier Gómez de Liaño, junto al juez de San Sebastián Justo Rodríguez, que investiga la "guerra sucia" contra ETA, y pidieron un total de 18 documentos, dispondrán de 13 de ellos.