El periódico del 10 de abril de 1997 llevaba a portada el caso del empresario coruñés Javier Ferreiro, al que el Gobierno considera culpable de comerciar con Cuba desde Estados Unidos, y el número de viviendas en peligro de ser declaradas en ruina, que asciende a 183.
Un estudio minucioso realizado a pie de calle por la Unidad de Ruinas del Ayuntamiento ha concluido que 183 viviendas de la Pescadería están en mal estado de conservación. Así lo anunció ayer el concejal responsable de esta área, Carlos González-Garcés. La mayor parte de estos inmuebles tienen galerías en sus respectivas fachadas. El mayor número de inmuebles deteriorados se encuentran ubicados en las calles Orzán y San Andrés, con 36 y 26, respectivamente. Las siguientes vías incluidas en esta "lista negra" con Panaderas, Cordelería y la Franja.
Una joven coruñesa de 18 años que faltaba de su domicilio desde el pasado domingo fue encontrada por Manuel Filgueiras, un pescador, en una zona de acantilado en el municipio de Cabanas, con diversas heridas y contusiones y prácticamente deshidratada. La joven fue trasladada por la Guardia Civil al Arquitecto Marcide para ser atendida y observar su evolución.
El secretario de Estado de Política Exterior y para la Unión Europea, Ramón de Miguel, advirtió ayer a los empresarios españoles que comprar mercancías en Estados Unidos con destino a Cuba "tiene sus riesgos", en alusión a la detención del empresario gallego Javier Ferreiro en Miami, al que se le ha aplicado la ley de Embargo norteamericana de 1963, que prohíbe a los ciudadanos norteamericanos y residentes en Estados Unidos o con negocios allí negociar con Cuba. Antes de que la justicia norteamericana presente los cargos, Ramón de Miguel apoya la tesis de que el industrial detenido comerció con Cuba desde Estados Unidos.
La Comisión Nacional Antiviolencia, que se reunió ayer en Madrid, ha propuesto que se interponga una multa de un millón de pesetas al Deportivo de La Coruña por negarse a retirar durante el partido Deportivo-Zaragoza del pasado domingo unas pancartas que se consideró que incitaban a la violencia. En concreto, alguno de los carteles ofendía particularmente al secretario general de la Federación Española de Fútbol, Gerardo González Otero. Otra relacionaba al periodista José María García con los dirigentes de la Federación y al presidente Ángel María Villar y al presidente del Comité Español de Disciplina Deportiva, Rafael Mombiedro. Las pancartas y las pintadas, como la de la foto, ya generaron con anterioridad problemas menores al Deportivo.