La ampliación del Paseo Marítimo por Los Rosales y la reparación del reloj del instituto Eusebio da Guarda, uno de los más antiguos y tradicionales de A Coruña, eran dos de las noticias que destacaba el periódico tal día como hoy hace 25 años. En 1974, la atención se centraba en los alcaldes de los tres municipios que confluyen en A Zapateira, que se reunían para tomar decisiones comunes sobre esta zona. En 1949, una de las crónicas versaba sobre el atraco a un labrador de Monforte en una pensión de la calle del Orzán. Hace cien años, ocupaba gran parte de la portada la inauguración del mausoleo a Castro Chané en el cementerio de San Amaro, un homenaje de sus amigos y alumnos que llegaba con bastante retraso.
El Paseo Marítimo alcanza ya los diez kilómetros de longitud tras la apertura del último tramo, que termina en el polígono de Los Rosales. El gobierno municipal retiró las vallas que impedían el paso de los vehículos, después de que se concluyesen los trabajos de ajardinamiento de toda la zona. En este tramo se han colocado miradores, fuentes y otras piezas de mobiliario urbano.
El Ayuntamiento ya ha confirmado su intención de sufragar el coste de las obras de reparación de la maquinaria del reloj de la fachada principal del instituto Eusebio da Guarda, uno de los más antiguos y tradicionales de A Coruña. El director del instituto, Elisardo López, considera que el reloj es una pieza de gran valor, cuya reparación supone un servicio que no solamente resulta beneficioso para el centro, sino también para la ciudad.
A Coruña roza por primera vez en su historia turística los tres millones de visitantes. Si durante el año pasado fueron 1.795.560, en lo que va de 1999 son ya 2.864.400 personas las que han pasado por la ciudad. Esto supone un incremento de más de un millón en apenas doce meses.
Para estudiar la posiblidad de ordenar conjuntamente el monte de La Zapateira. en el que confluyen los términos municipales de La Coruña, Arteijo y Culleredo, se reunieron ayer representantes de estos tres ayuntamientos. La reunión se celebró en la piedra mojonal que limita los tres ayuntamientos, conversando después en el Club de Golf. Los representantes han llegado a un acuerdo de base que explica que sería deseable que las partes altas sean declaradas como reserva verde y, las bajas, residenciales.
Informaba también el diario del intento del Deportivo de vender los terrenos de la Torre al Ayuntamiento. De la propuesta presentada se desconoce la cantidad que el club intenta percibir por dicha transacción. De llevar a efecto la operación pudiera constituir un buen ingreso para sanear la debilitada economía de esta asociación deportiva, cuyo déficit asciende a unos veinte millones de pesetas. En su día, la adquisición de los terrenos por el club no superó largamente la cantidad de cien mil pesetas. En círculos deportivos se estima que esta operación pudiera constituir un intento angustioso de resolver los problemas económicos.
El labrador José Mojón, de 25 años de edad, soltero y procedente de Monforte, vino a La Coruña con objeto de solventar diversos asuntos particulares dirigiéndose a una pensión de la calle del Orzán. En la pensión pusieron a su disposición una habitación con dos camas, advirtiéndole la dueña que no cerrase la puerta con llave con el fin de no molestarle a altas horas si se presentaba un nuevo huésped. En vista de ello, el bueno de José “tomó sus precauciones” y colocó debajo de la almohada una libreta a su nombre y 1.200 pesetas en metálico. Por la mañana, cuando caminaba por la plaza de Azcárraga notó que había dejado olvidados la libreta y el dinero. Cuando volvió a la habitación, solo vio la cama hecha y el color blanco de las sábanas que en aquellos momentos debió parecerle más negro que unos calamares en su tinta.
Hoy tendrá lugar el acto de entrega del mausoleo erigido para guardar los restos mortales del ilustre músico gallego Castro Chané en el cementerio de nuestra ciudad. El maestro falleció el 27 de enero de 1917 en La Habana, un terrible golpe para los discípulos que, movidos por piadosa devoción al muerto querido, acordaron recibir con los merecidos homenajes el cadáver de aquel que tantas veces los guiara a las conquistas del arte. Como postrer homenaje acordose también levantar un monumento que hiciera más perdurable la memoria del compositor y director. Iniciose la suscripción con pesetas 32,35, procedentes de la liquidación de “El Eco” pero se suspendió por los problemas de la guerra europea hasta que lograron recaudar lo suficiente, ayudados por el señor Escudero, que se ofreció a terminarlo por 5.000 pesetas y esperar por el resto que faltase.