Hace 25 años los vecinos de la calle Real estaban descontentos por la abundancia de carteles luminosos en los comercios de la céntrica vía, así que solicitaban al Ayuntamiento que tomara cartas en el asunto para cuidar el valor histórico y artístico de las fachadas de los edificios. Fue una de las noticias destacadas por El Ideal Gallego el 8 de febrero de 2000, hace justo 25 años. En 1975, hace medio siglo, era noticia otra emblemática calle, Durán Loriga, donde la titularidad del Palacio de Hacienda iba a pasar del Estado al Ayuntamiento. En 1950 las olas amenazaban las casas de Rubine, así que desde María Pita planeaban levantar un nuevo muro de protección en Riazor. En 1925, el Deportivo impulsaba el debate sobre la construcción de un estadio.
Los destellos verdes, rosados y amarillos de los carteles luminosos, los letreros en banderola –cada cual más grande y más llamativo– y los rótulos que se encaraman desde los primeros hasta los segundos pisos de gran parte de los inmuebles de la calle Real están convirtiéndose en seña de identidad de esta vía, además de en uno de los más claros ejemplos de cómo se vulnera el Plan Especial de Protección de la Ciudad Vieja y Pescadería, que entró en vigor en el verano del pasado año 1999. Los vecinos de las zonas afectadas aseguran que, pese a contravenir frontalmente la normativa, la colocación de estos rótulos se está produciendo de forma indiscriminada, sin que por parte del Ayuntamiento se haya llevado a cabo iniciativa alguna para acabar con esta práctica, que atenta contra el carácter histórico y artístico de la zona.
En sucesos, un coruñés de 34 años presentó una denuncia ante la Guardia Civil en la que asegura que el pasado domingo, 6 de febrero de 2000, fue abordado por seis jóvenes encapuchados que, tras amenazarlo con un cuchillo, le robaron 118.000 pesetas. La víctima afirma, además, que los delincuentes lo retuvieron durante varias horas.
En el próximo verano de 1975 el edificio de la calle Durán Loriga, que ocupaba la delegación provincial de Hacienda, será cedido por el Estado al Ayuntamiento coruñés, aseguró el alcalde, Jaime Hervada, durante una rueda de prensa convocada a su regreso de Madrid. Esta cesión se había gestado como contrapartida a los terrenos municipales del andén Orzán-Riazor, en los que se ha construido la nueva delegación de Hacienda.
Por otra parte, aunque en un tiempo el Ayuntamiento coruñés había pensado en la posibilidad de que el museo arqueológico del Castillo de San Antón pasara a depender administrativamente de la Comisaría de Bellas Artes, y así se había hecho saber a ese organismo, ahora el Ayuntamiento ha reconsiderado este asunto y piensa que es más conveniente seguir con el museo dependiendo, a todos los efectos, del Municipio.
En cuanto al aeropuerto, el proyecto de ampliación y mejora de Alvedro avanza y es de esperar que muy pronto se comiencen las obras, dijo ayer el alcalde, que en Madrid mantuvo conversaciones con los representantes de varias entidades de crédito sobre las aportaciones a las obras del aeropuerto coruñés.
La Comisión Permanente municipal celebró sesión ayer, 7 de febrero de 1950, bajo la presidencia del alcalde, señor Molina. Asistieron los señores Aenlle, García Crespo, Romero del Río y Bescansa. Fueron aprobadas diversas licencias de obras y aperturas de establecimientos, así como varias certificaciones de obras y cuentas.
El alcalde se lamenta de los destrozos que ha ocasionado el temporal en el muro de defensa de Riazor porque de continuar el mal estado del mar, el peligro es gravísimo. El Ayuntamiento no tiene más remedio que atender a este problema pese a sus limitados medios económicos y propone que inmediatamente se inicien los trabajos precisos para proteger las casas de la avenida de Rubine, pues si se deja pasar más tiempo las mareas vivas de marzo y abril podrían provocar una catástrofe.
En el salón principal de la Asociación Patronal y convocados por la Junta directiva del Real Club Deportivo se reunieron ayer, 7 de febrero de 1925, medio centenar de convecinos para intercambiar impresiones al objeto de dotar a La Coruña de un ‘stadium’, en consonancia con la importancia de esta ciudad y en atención al incremento que la afición local va tomando.
En dicha reunión, de carácter particular, hicieron uso de la palabra varios señores y se acordó en definitiva nombrar una comisión que con el mayor entusiasmo estudie el proyecto y medios de llevarlo a su pronta realización. Por aclamación, quedó constituida la comisión por los señores don José Longueira, Luis López Riobóo, Arcadio Tizón, Alfonso I. Roura, José María Brandón, Francisco Silva, Julio Wonenburger y Federico Fernández Sar.