El periódico del 13 de diciembre de 1997 llevaba a portada la movilización del País Vasco contra ETA, la botadura en Ferrol de la mayor plataforma perforadora que existe en el mundo y la cesión del Deportivo ante los Scaloni, que firmarán su contrato en las próximas horas.
Como un ejército de abejas obreras, los ladrones que asolaban el Barrio de las Flores saltan de calle en calle, vuelan de bloque a bloque y expolian cada establecimiento que encuentran a su paso. Recorrieron en los dos últimos meses la vía Claveles, los Fresnos, Amapolas, Lirios, Pensamientos y vuelta sin parar. La banda de chorizos o del embudo, que ya dicen algunos comerciantes, visitó ayer de madrugada la calle Orquídeas. El local de Moncho, vecino de la zona, fue la flor de la que bebieron. Primero la cataron y después se emborracharon con ella.
La última reunión del patronato de la Fundación Luis Seoane incluyó una sorpresa en el orden del día: la dimisión del que fue director de la misma desde su creación en agosto del pasado año, Xosé Díaz Arias de Castro. Sin embargo, en el mundillo cultural coruñés la noticia no ha sido una sorpresa completa, ya que Xosé Díaz había expresado en reiteradas ocasiones la dificultad de compaginar su labor profesional como diseñador y su actividad al frente de esta institución cultural destinada a recuperar y conservar la memoria de la obra del pintor e intelectual coruñés. "Eu renuncio ao cargo porque non podo atender ben a institución, polo que pensamos que sería mellor buscar un profesional que poida ter unha dedicación en exclusiva", señaló ayer Xosé Díaz.