Como si fuese la batallita de un abuelo a sus nietos: "Hace mucho tiempo que no veía algo así". Esa fue la sensación de muchos coruñeses durante este domingo al paso de la borrasca 'Herminia'. A Coruña está ya acostumbrada a fuertes vientos y a temporales en forma de ciclogénesis explosiva, pero la fuerza de las rachas dominicales sorprendió. Y no es para menos, hace más de diez años que no había ráfagas tan fuertes, como demuestran los medidores de MeteoGalicia.
En la estación de A Coruña-Dique, situada en el dique de abrigo, MeteoGalicia detectó una racha de 127,9 kilómetros por hora, lo que sitúa al temporal 'Herminia' como el tercero de mayor fuerza en la ciudad desde hace quince años. Se suma el nombre de Herminia a borrascas potentes en este tiempo, como Flora, Dirk y Ulla.
El día de Nochebuena de 2014 los coruñeses tuvieron que lidiar con los preparativos de la cena, pero también con Dirk, que dejó la mayor racha en la estación de MeteoGalicia desde que hay registros (desde 2007). Fueron 133,5 kilómetros por hora los que alcanzó un viento que durante toda la jornada provocó muchos problemas.
Hasta 400 llamadas recibieron los servicios de emergencias ante el paso de la ciclogénesis explosiva, que dañó tejados con una lluvia y un viento tan intensos que se llevaron por delante no solo tejas, sino también farolas, árboles y antenas. Incluso un hombre resultó herido en la avenida de Hércules al desprenderse un trozo de fachada, mientras que una persiana que salió volando dañó una docena de coches. El temporal ni siquiera respetó María Pita, ya que el agua terminó por filtrarse a través de la claraboya, mojando la alfombra y la escalera de honor del Palacio Municipal.
Menos de dos meses después, la ciudad volvió a temblar bajo los vientos de Ulla, la borrasca que afectó A Coruña el día de los enamorados. Ulla dejó a su paso más de 200 alertas e intervenciones, con los Bomberos recibiendo más de una llamada por minuto durante cerca de tres horas, entre las ocho y las once de la mañana. MeteoGalicia detectó ese día rachas de hasta 129,1 kilómetros por hora en el dique.
La mayoría de incidencias tuvieron que ver con tejadas y chapas caídas, antenas colgando o ramas en las calles. Además, el cartel del túnel de Os Castros tuvo que ser asegurado por los Bomberos y un gran pino plantado en los jardines de Méndez Núñez cayó junto al busto de Pondal. También hubo que asegurar los tejados del estadio de Riazor o el Chuac.
Mientras en el área metropolitana fue necesario desalojar el colegio de Arteixo por los daños en el tejado y una veintena de alumnos quedaron atrapados durante dos horas en el bus escolar que los llevaba a Cambre debido a la caída de un árbol en la carretera. Los pequeños, de entre tres y once años y con destino al colegio de Sigrás, tuvieron que ser muy pacientes hasta que fueron rescatados.
La última vez que el viento llegaba tan fuerte a A Coruña, antes de este domingo, fue el 14 de enero de 2010, por obra de 'Flora'. Aquella borrasca dejó un registro de 127,1 kilómetros por hora en la estación de MeteoGalicia y numerosos daños, sobre todo porque las rachas pillaron de imprevisto a los ciudadanos.
Las rachas de viento azotaron la ciudad, haciendo que volaran techos, antenas, una chimenea (en Los Rosales) y un árbol (en Salvador de Madariaga). El servicio municipal de bomberos tuvo que emplearse a fondo para responder a las casi veinte intervenciones que se le solicitaron. El que eran entonces jefe de servicio, Carlos García Touriñán, lo explicó a El Ideal Gallego: “Sobre todo, tuvimos que retirar claraboyas, vallas publicitarias, ventanales, tejados y antenas”. Según Touriñán, las zonas más castigadas fueron las del Paseo Marítimo y los barrios de Monte Alto y Los Rosales. “Entre las tres y las cinco, fue cuando tuvimos el grueso de las emergencias”, indicó. En ese momento, la borrasca Flora golpeaba con todas su fuerza, y no fue hasta las seis cuando os bomberos tuvieron un respiro.
Herminia entra, pues, en la galería de nombres que serán recordados por sus fuertes vientos y lluvias, como el ciclón Klaus de 2009, el huracán Hortensia de 1984 o las numerosas borrascas que quedaron sin denominación en la historia, pero que también se grabaron en la memoria de muchos coruñeses. Como aquel 16 de febrero de 1941, que la Aemet marca como el día en el que más viento se sufrió en A Coruña: 160 kilómetros por hora.