Los coruñeses están acostumbrados a que las obras se retrasen. Es un fenómeno habitual, y que se ha hecho más común durante el mandato de Inés Rey, en el que los problemas de suministros derivados de la pandemia han obligado a prorrogar el plazo de ejecución de numerosas infraestructuras. Pero el caso de la reforma del Paseo Marítimo (que está a punto de finalizar) es singular: la obra debía haberse terminado en septiembre del año pasado. Es decir, que acumula cinco meses de retraso en una obra de diez. Lo irónico es que la empresa que está llevando a cabo los trabajos, Petrolam Infraestructuras S.L., ganó el concurso precisamente porque se comprometió a finalizarla un mes antes del plazo previsto. 

Aquello le valió cinco puntos extra, lo que situó la valoración de su oferta en 43,21, suficiente como para situarla por delante de las ofertas de otras empresas mucho más importantes, como la UTE (Unión Temporal de Empresas) formada por Dragados y Citanias Obras y Servicios, que sacó 38,30 puntos en la valoración porque no ofertó una reducción de plazo. 
 

Fue pues en octubre del año pasado cuando se adjudicaron los trabajos a Petrolam con un plazo de ejecución de diez meses (en realidad, nueve). Era un trabajo muy importante: la primera gran reforma del Paseo Marítimo desde su inauguración, la humanización del tramo entre el dique de abrigo y el cementerio de San Amaro. 

Lo había inaugurado el entonces Ministro de Obras Públicas, José Borrell, en 1996. El nuevo tramo comprendía desde el Hospital Militar hasta la zona del Matadero y con una longitud de 4.050 metros y venía a sumarse a los casi nueve kilómetros construidos en etapas anteriores. Borrell había asegurado que los coruñeses contaban con el paseo más bello y extenso de Europa.
 

Por su parte, la alcaldesa declaró cuando comenzó la obra, el 16 de noviembre de 2022: “Damos un novo sentido ao Paseo que vaia acorde ao modelo de cidade polo que apostamos desde o comezo deste mandato”. La intervención, que forma parte de la Estrategia Integrada de Desarrollo Urbano Sostenible (Eidus) y los proyectos con fondos Feder de la Unión Europea, comprende 1.500 metros del tramo de la fachada marítima  menos transitado. Fue licitada por 3,1 millones de euros y adjudicada por 2,4, de los cuales el 80% del importe proviene de financiación europea y el resto, de las arcas municipales.

Cuando la demora se volvió importante, Rey lo achacó a varios factores, entre ellos la climatología adversa. Por supuesto, el Ayuntamiento tuvo que aprobar en Junta de Gobierno local conceder a Petrolam una prorroga, que termina a finales del próximo mes. El Ayuntamiento ya no se compromete a poner fecha a su remate, aunque no cabe duda de que es inminente.